Orlando Linares López
La Semana Santa también representan el primer periodo vacacional del año. Son días de asueto que la mayoría de los mexicanos planea disfrutarlos en compañía de su familia; el resto de las personas disfruta sus vacaciones fuera de casa.
Estudios de mercado, indican que la mayor parte de los mexicanos que pasarán las vacaciones en casa, lo harán por no tener dinero para viajar y quienes sí pueden hacerlo, buscan playas como principal destino de descanso y recreación.
En cualquier caso, a lo largo del todo el territorio nacional, las actividades culturales -en su mayoría de manera gratuita- constituyen una amplia oferta para disfrutar y enriquecer la formación de las personas.
Con grandes esfuerzos, dependencias de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal; centros culturales, universidades, grupos artísticos, entre otros, mediante la planeación y realización de programas, promueven un sinfín de actividades que dan cabida a múltiples expresiones, posibilidades y manifestaciones del arte, la ciencia y las humanidades.
A pesar de ello, tristemente, la poca asistencia de personas a los foros, espacios y presentaciones denotan un creciente desinterés por asistir a eventos culturales.
Datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través del Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT) 2023, señalan que, en México cinco de cada 10 personas de 18 años y más, no tienen nada de interés en asistir a eventos culturales y que los espectáculos de danza son los de mayor desinterés.
De acuerdo con el estudio, en 2023, 48% de las personas que mostraron interés por las actividades culturales asistieron -al menos una vez- a una proyección de películas o cine, una obra de teatro, un concierto de música en vivo, una exposición o un espectáculo de danza.
De ese universo el 43% prefirieron la proyección de películas o cine; le siguieron los conciertos de música en vivo, con 22% y en el extremo opuesto, con el 7.5%, se hallaron los espectáculos de danza.
Se dice que la pandemia modificó hábitos y consumo cultural en México, por lo que, de 2020 a la fecha, los mexicanos dedican más tiempo para consultar redes sociales, ver películas o series, tomar cursos o talleres en línea y atienden la oferta en línea de teatros, museos y, en menor índice, ver presentaciones de danza.
Antes de la crisis sanitaria y del confinamiento las actividades culturales menos frecuentes eran: visitar bibliotecas, galerías y ferias de arte, sitios arqueológicos. Hoy estos espacios no han logrado recuperar a sus visitantes.
Estos resultados, además de mostrar parte del comportamiento de las audiencias, también pueden ser un punto de partida para diversas acciones que las instituciones y los gestores culturales pueden poner en práctica a fin de vincular al público mexicano con los eventos y el desarrollo cultural.
Un aspecto de cada persona que puede contribuir a ese estímulo es la motivación que en cada hogar se le dé a la infancia; ello ayudará a crear en cada niño el hábito de asistir a eventos culturales.
En torno a esto, las estadísticas del consumo cultural indican que, siete de cada 10 las personas refieren que sus padres las llevaban o enviaban a alguna actividad cultural extra clase, además de tener acceso a revistas, publicidad o folletos relacionados con la promoción de los eventos culturales y, para ellas, resultó fundamental que sus padres comentaran sobre actividades culturales de interés. En esta Semana Santa, una vez más, la oferta y la actividad cultural es muy extensa e implica grandes esfuerzos y retos para quien está a cargo, por tanto, desde los centros nacionales más reconocidos hasta los espacios más recónditos de territorio nacional, se abrirán las puertas para recibir a los habitantes de cada comunidad y a los visitantes nacionales y extranjeros. Sirva ésta como una invitación a disfrutar de ellos.
