Orlando Linares López
En tanto que el gobierno actual mantiene su necedad de lucrar políticamente con la ilusión de que México alcanzará un sistema de salud “como el de Dinamarca”, miles de personas ponen en riesgo su patrimonio con tal de encontrar alivio y la cura para sus enfermedades.
Cabe precisar que, el sistema de salud de los países nórdicos es reconocido como uno de los mejores del mundo porque, sin distinción, brinda los mismos servicios a toda su población y los usuarios reciben la misma calidad de atención.
En nuestro país, el sistema de salud lo componen varios subsistemas, que en conjunto atienden al 70% de los 126 millones de mexicanos. El otro 30% de la población, al no contar con afiliación a algún organismo público de servicios médicos, enfrenta grandes retos para curar o sobrellevar sus enfermedades ya que atenderse con médicos particulares representa costos muy altos.
Esta condición no es igual para miles de personas que, desde el extranjero, que viajan -sobre todo-a la frontera norte de México para hacerse diversos tratamientos.
El hecho representa un fenómeno que, a decir de organismos médicos y autoridades nacionales del sector, hace que -con 1.2 millones de visitantes al año- México esté posicionado como el segundo destino de turismo de salud a nivel mundial, solo después de Tailandia -que recibe 1.8 millones de personas anualmente con ese propósito-.
Por la proximidad y los altos costos del sistema de salud en Estados Unidos, muchos residentes del vecino país acuden a la frontera norte y otras entidades de México en busca de tratamientos médicos más asequibles. En cifras esto representa alrededor del 70% de los ingresos generados por el turismo de salud y se espera que la demanda aumente en los próximos años, principalmente por personas de más de 65 años de edad.
Aunado a ello, pacientes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Centro América, entre otros, reconocen que, al optar por México como destino médico, ahorran entre un 30% y un 85% en comparación con lo que gastarían de atenderse en sus naciones.
Muchos de esos extranjeros solicitan servicios médicos como: cardiocirugía, cirugía plástica, oftalmología, oncología, odontología, gastrocirugía, biología de la reproducción, traumatología, ginecología y otros, que -desde su perspectiva- son de calidad y les permite no agotar sus recursos financieros.
A estados como Baja California, Baja California Sur, Nuevo León, Chihuahua, Sonora y Tamaulipas, se suman: Ciudad de México, Jalisco, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí y Yucatán, como los destinos que más recibe a este sector turístico.
De acuerdo a datos de ProMéxico y la Secretaría de Economía, hay tres factores clave que explican el éxito del turismo de salud en nuestro país: la disponibilidad de médicos y especialistas altamente capacitados, una infraestructura médica moderna y costos competitivos.
Derivado de este fenómeno, médicos especialistas, organismos y autoridades de salud sostienen que se requiere enfrentar nuevos desafíos y generar estrategias de captación de pacientes, formación de personal y la necesidad de un marco legal para atraer más turismo médico. Siempre es motivo de orgullo el posicionamiento internacional que logran los sectores productivos y de servicios del país. Desde luego también es válido recalcar que las estrategias deben orientarse a los ámbitos nacional e internacional, sobre todo por la lamentable situación que prevalece entre la población mexicana debido al acceso desigual a la salubridad y que su cobertura no necesariamente se traduce en un acceso efectivo a servicios médicos que alivien la salud de las personas.
