abril 29, 2024

Migajas del poder: Las dificultades del debate y el post-debate

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Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland

12 de abril de 2024

Se llevó a cabo el primer debate entre las dos candidatas y el candidato a la Presidencia de la República en la sede oficial del INE. El evento tan esperado estuvo lleno de errores de producción que perjudicaron a los tres participantes y el formato transitaba de lo confuso a lo aburrido. El productor no supo sacarle provecho al recinto oficial de sesiones, con la absurda escenografía que construyeron.

El INE quedó a deber, no estuvo a la altura de lo que esperábamos del evento.

El desempeño de la moderadora Denise Maerker fue bastante irregular, dio la impresión de ser muy consecuente con la candidata oficial e insensible con la de la oposición; la presionó a que consumiera su tiempo que administraba para poder decir su mensaje de cierre. Manuel San Martín, a pesar de las descalificaciones que sufrió por Morena, demostró que es un profesional.

Sobre los participantes, Máynez lució una absurda sonrisa digna de anuncio de pasta de dientes, que incluso llegó a lo patético cuando se estaban tocando temas que lastiman a la sociedad. Su presencia solo le sirvió para que la gente lo conociera y eso podría ayudar a los naranjas que luchan para no perder el registro nacional como partido político.

Xóchitl Gálvez creó una controversia entre analistas, ciudadanía y columnistas. Ciertamente se vio al principio descontrolada y distraída  -motivos los tenía-, emplazamiento de cámaras diferente a lo acordado, él que la señora Taddei y compañía estuvieran indebidamente en el foro, enfrentar una ensalada de preguntas, ir de uno tema al otro sin poder precisar.

Una vez más insisto que el equipo de asesores de Xóchitl no está a la altura de la candidata ni de las circunstancias. Creel, Cortázar y el publicista, no son del nivel que necesita la candidata. Ella tiene una simpatía y espontaneidad que su equipo no sabe aprovechar, se empeñan en cambiarle lo que cautivó a millones, su frescura. Es una triunfadora con reflejos naturales que le permiten contestar de inmediato y salir airosa de momentos difíciles como los que se presentan en los debates.

La candidata oficial salió muy golpeada ante la opinión pública, no así de las mesas de análisis del pos debate, casi la totalidad de ellos le dieron el triunfo. Yo mismo al terminar el debate, me sentí defraudado por el análisis que hice instantáneamente.

En el transcurso de la semana encuentro que la opinión pública está indignada por el desempeño de Sheinbaum y que el sobrenombre de la Dama de Hielo que le puso Xóchitl le queda como dicen los clásicos, como anillo al dedo.

Lo que me queda a mi es que la Sheinbaum es más cínica, mentirosa, insensible, incongruente, comunista, autoritaria, soberbia, indolente, irresponsable, hipócrita, peligrosa y carente de empatía con la sociedad, solo con los que está en contubernio o capturados y amenazados por los programas la ven como triunfadora.

Un debate es para escuchar a los candidatos y ver cómo piensan y como reaccionan, entender sus propuestas y como las pretenden llevar a cabo; ver al México que tenemos ahora y compararlo con el que cada quien ofrece. Debemos respondernos a estas preguntas: ¿Se solucionarán los problemas nacionales?, ¿tendremos más seguridad?, ¿tendremos mejores servicios médicos con medicinas y vacunas suficientes para todos?, ¿Se atenderá el tema de los desaparecidos?, ¿Se terminara con la impunidad?

Nos debe retumbar en el oído la sentencia de Sheinbaum: cambiar de Constitución. Eso, solo lo hacen los autoritarios y los tiranos. Si ella ganara, veríamos una gran incongruencia, Claudia tendría que poner su mano sobre la actual constitución y juramentar el cargo, para que después mandara su iniciativa para desecharla y promulgar otra.

Si miles de sus seguidores no quieren ver esto, es cuestión de ellos, pero los que aún no deciden, ¿de veras no les interesa lo que le pasaría a México?

Cada quien vio el debate que le convino y lo calificó. Lo que yo vi fue a una Xóchitl que fue de menos a más y que en una trasmisión de TV a nivel nacional, encaró a su adversaria y la cuestionó con 17 preguntas que la Sheinbaum, aparte de meterse en líos con López, jamás contestó.

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