mayo 04, 2024

Quinta Columna

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Roberto Abe Camil

El término fue acuñado durante la Guerra Civil Española, y se refiere a la población local que durante una conflagración bélica tiene simpatías o lealtades hacia el enemigo. La paternidad de la frase se atribuye al general Emilio Mola, destacado mando nacional durante la guerra civil y considerado Director del bando sublevado. Su muerte en un accidente aéreo 1937, a casi un año de estallada la rebelión, nunca ha estado exenta de un halo de sospecha, por lo oportuna que fue para favorecer el ascenso de Franco como caudillo de los nacionales. Mola manifestó en su momento que atacaba Madrid en poder de los republicanos, con cuatro columnas además de una “Quinta Columna” conformada por simpatizantes de su causa enquistados entre la población civil de la capital española. A partir de entonces la expresión se usa tanto en el ámbito militar como en la política.

El Senador Dante Delgado Rannauro, ha sido embajador de México en Italia y fue gobernador interino de su natal Veracruz en 1988, cuando Don Fernando Gutiérrez Barrios dejo el palacio de gobierno en Xalapa para despachar en el palacio de Cobián como Secretario de Gobernación de Carlos Salinas de Gortari.

Al igual que otros gobernadores, Delgado fue víctima del talante rencoroso de Ernesto Zedillo, quien lo encarceló bajo la acusación de desviar fondos públicos. Estuvo más de un año en prisión, al salir renuncio al PRI y constituyó Convergencia por la Democracia, que fue primero asociación política, después partido político y ahora ha derivado en Movimiento Ciudadano (MC).

Dante Delgado tiene a su favor el haber acreditado su inocencia, incluso hace unos años fue indemnizado por daño moral, también la tenacidad de conformar un partido que de 1997 a la fecha tiene presencia en la vida política nacional, de contar un eficaz marketing político que se refleja en buenas campañas y pegajosos “jingles” y que hoy además de posiciones en ayuntamientos, legislaturas locales y en el Congreso de la Unión, gobierna Jalisco y Nuevo León, lo cual indudablemente no es cosa menor.

Al iniciar el proceso electoral de cara a los comicios presidenciales del próximo año, se especuló cual sería la postura de un fortalecido MC, muchos con lógica, lo vieron como parte del Frente Amplio ahora denominado Fuerza y Corazón por México. Otros se decantaron por que Marcelo Ebrard fuera el abanderado de un MC independiente en la contienda, e incluso no faltó quien viera a Dante Delgado, viejo lobo de mar, esperando el momento oportuno para ser el candidato presidencial de su partido.

Sin embargo, ninguno de esos supuestos ocurrió y un envalentonado Dante no se cansó de manifestar públicamente que su movimiento no se uniría a un Frente conformado por partidos que le han fallado a México, en una alusión clara y directa hacia el PRI, PAN y PRD. Incluso en Jalisco, fuerte bastión de Movimiento Ciudadano, salieron a relucir inconformidades hacia la cúpula del partido por no unirse a la candidatura de Xóchitl Gálvez.

Dante Delgado decidió ensoberbecido, seguramente por los logros conseguidos, que su instituto político iría solo en las elecciones del año entrante, criterio que aplica tanto a la candidatura presidencial como a los relevos en diversas gubernaturas. Aquí es donde se perdió la oportunidad de hacer un frente eficaz a Morena y a la Cuarta Transformación. En el plano nacional las baterías apuntan a Samuel García como candidato presidencial, el frívolo mandatario de Nuevo León, que se comporta más como un “influencer” en Tik Tok, que como gobernador de un estado referente para la economía nacional. Aquel que ha dicho que en su tierna juventud fue sometido por su padre al sacrificio de ser levantado los sábados temprano por la mañana para ir a jugar golf o quien de manera peyorativa se ha referido a quienes aspiran a “suelditos” de cincuenta mil pesos, en país con millones de habitantes que viven al día o en pobreza extrema.

Las dificultades de Samuel para designar a quien será su sucesor interino, dejan también de manifiesto su poca pericia para operar y negociar políticamente. Este es el hombre que busca sentarse en la silla de Juárez, de Ruiz Cortines o de Don Adolfo López Mateos.

De la misma manera ocurre a nivel local, en diversos estados donde los candidatos o candidatas de Movimiento Ciudadano no tienen ninguna posibilidad de conseguir el triunfo.

Es claro que Samuel García no ganará la elección del 2024, lo que pase después es harina de otro costal, pues nada se puede descartar en el surrealismo característico de la política mexicana. Sin embargo, aquí queda la reflexión de él porque un político avezado como Dante Delgado ha jugado en esta ocasión a perder, decisión que, sin duda alguna, alimenta el fuerte y lógico rumor de que Movimiento Ciudadano es la Quinta Columna con la cual la Cuarta Transformación hará mella en una oposición que aún está lejos de alcanzar a la candidata oficial.

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