Luis Sunderland Méndez @LouSunderland
Que gran golpe le dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al presidente el martes de esta semana con el fallo en contra de la primera parte de su Plan B. Lo declaró suspendido definitivamente y le dio un puñetazo en la quijada muy fuerte, la reacción de López Obrador, ha sido de antología.
No guardo en la memoria a un jefe del Ejecutivo que haya tenido esa actitud con otro Poder de tal magnitud; la cantidad y calidad de vituperios a los ministros de la Corte, amenazándolos prácticamente en darles un golpe de estado y que después el secretario de Gobernación, los senadores y diputados oficialistas, se unieran al Ejecutivo en contra del Poder Judicial. Incluso la jefa de gobierno capitalina y varios gobernadores morenos, también se lanzaron contra los ministros de la Corte utilizando los mismos argumentos falaces que López Obrador les enseñó.
Todos los días – y últimamente es más evidente- el presidente se enreda en su coraje y resentimiento y pone en evidencia su torpeza. En ocasiones, deja ver un plan preconcebido para atacar a todos los que se oponen a sus designios, tratando de ocultar ante la opinión pública su temor porque la permanencia de su 4T está en peligro. Su lenguaje facial y corporal además de lo que dice lo ponen de manifiesto. Está irresponsabilidad alimenta un caldo de cultivo para un conflicto que puede llegar a ser algo muy grave que nadie quiere en México.
La oposición solo se concreta a declaraciones simplistas sobre esos constantes ataques, a veces desde el Senado y en San Lázaro- Obvio, saben que no es suficiente, pero temen hacer más.
¿No se dan cuenta de que el oficialismo los ha dejado muy atrás?
Las corcholatas tienen un presupuesto millonario para seguir posicionándose en la mente del electorado. Será muy difícil que quien resulte candidato de la oposición, se dé a conocer en el poco tiempo que le quedará cuando las organizaciones de la sociedad civil se pongan de acuerdo con los partidos políticos sobre la forma y fondo para que exista un gobierno de coalición que pretenden para las elecciones del año entrante.
La alianza Va Por México y las diferentes organizaciones ciudadanas todavía no dan color y se ven muy débiles. Su avance es milimétrico, la clase media no percibe lo que ellos están gestando para la guerra que se nos viene encima. Se tienen que definir ya a los precandidatos para la grande y para el Congreso. Serán muchas campañas y no hay nada claro.
El que no entienda que nos estamos jugando la vida y el futuro de los hijos y nietos, no ven la gravedad de los acontecimientos que a enfrentar en el 2024. Es tan terrible, que nadie de los que pertenecemos a la clase media en este país, lo podemos imaginar. Así pasó a los venezolanos. En sus narices, la nación en la que ellos vivían dejó de existir y nació una terrible dictadura socialista que acabó literalmente con la vida de millones de personas acostumbradas a trabajar, ganar dinero, prosperar y superarse.
Es tiempo para convocar otras megamarchas para defender a los ministros de la Corte, de hacerlos sentir que la ciudadanía los acompaña, que no se sientan amedrentados por el autoritario de Palacio Nacional. Es tiempo para defender al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Es tiempo de tomar la Plaza de la Constitución y gritar toda una mañana al presidente que es un corrupto, autoritario y que no nos vamos a dejar.
Habrá que ver si la campaña de Alejandra del Moral alcanzará para que MORENA no se quede con el Edomex. Visualizo a un Del Mazo debajo de su escritorio escondido con los sentimientos despedazados entre su pasado priista al que traiciona –nieto e hijo de dos gobernadores con el mismo nombre- y su extrema desfachatez y cobardía que lo han caracterizado desde que era secretario de Turismo en el Edomex. Ha abandonado a la candidata de la Alianza Va Por México, construyéndole un verdadero dique al que se tiene que enfrentar todos los días.
Debemos sacar la cara por conservar el país en el rumbo del crecimiento y de la democracia. Si no salimos todos a votar ahora en el Edomex y después en el 2024 y permitimos que MORENA se quede con los poderes Ejecutivo y Legislativo, también tendrá al Judicial, y entonces, no habrá marcha atrás.
Seguramente la actual jefa de gobierno, la favorita de AMLO, acabará con los pedazos de la nación que le deje López Obrador y todos lo lamentaremos por muchos años.
