mayo 20, 2024

La Luna, ¿se privatiza?

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Redacción México Político

Nota: Las imágenes tomadas por el Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA muestran diferentes fases de la Luna. Crédito: Estudio de Visualización Científica de la NASA

La empresa privada es, por definición, un ente emprendedor en búsqueda de negocios de forma permanente. Por eso, aunque pareciera parte de un argumento de serie, la realidad es que no una, sino varias empresas, ya están generando negocios en nuestro satélite natural: la Luna.

Desde luego esto plantea un debate ético, porque finalmente, ¿quién es dueño de la Luna y puede vender sus terrenos al mejor postor?

De acuerdo con la prestigiosa revista Nature, este 25 de abril la empresa japonesa ispace, buscará ser la primera empresa privada en aterrizar con éxito en la superficie lunar. El circunstancial “si” que se lee en la nota es porque cualquier cosa puede pasar. Sin embargo, de ser su alunizaje exitoso, llevará vehículos exploradores de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón y de los Emiratos Árabes Unidos.

No son los únicos, sino los iniciadores de una serie de misiones comerciales de varias compañías de distintos países que darán banderazo a lo que ya se llama la “nueva era” en la exploración lunar.

En esta línea tan novedosa de exploración científica y tecnológica, destaca Gustavo Medina Tanco, quien encabeza por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno de Hidalgo y la Agencia Espacial Mexicana, el proyecto COLMENA, la primera misión de México a la Luna.

Medina Tanco tiene cinco rovers autónomos, cada uno un poco más grande que la palma de su mano, actualmente metidos dentro en la nave Peregrine, de la empresa estadounidense Astrobotic, que espera viajar a un sitio de lanzamiento en Florida en las próximas semanas y luego a nuestro satélite natural. Será la primera misión a la Luna de América Latina.

El astrofísico de la UNAM explica que un día, un enjambre de estos mini-rovers podría vagar por la superficie lunar, recolectando agua y minerales para los exploradores espaciales. “El futuro está ahí”, dice, y agrega: “Puedes considerar a la Luna como una nueva economía”.

Es probable que COLMENA se lance al final de este año a bordo de uno de los primeros vuelos de un programa de la NASA llamado Commercial Lunar Payload Services (CLPS), que compra viajes a la Luna a compañías aeroespaciales. Al lograr que haya viajes a la Luna, más rápidos y más baratos gracias a la industria se logrará abrir la puerta para que naciones cuyas capacidades de lanzamiento no son sustanciales, como México, lleguen al astro por primera vez. Se considera que una docena o más de misiones CLPS podrían lanzarse en la próxima década, transportando cargas útiles científicas -y de otro tipo- a diferentes regiones lunares.

A pesar de este gran optimismo, hay que tener claridad que en la superficie lunar abundan escombros de misiones fallidas, como la nave espacial israelí de construcción privada llamada Beresheet, que se estrelló en 2019. Solo Estados Unidos, la extinta URSS y China han aterrizado y operado con éxito naves en la Luna.

Thomas Zurbuchen, el exjefe de ciencia de la NASA que inició su programa comercial de la Luna, señala su preocupación de que muchas cosas podrían salir mal a medida que estas empresas se lanzan al espacio. “¿Pueden estas cosas aterrizar y operar?”, se pregunta, y reflexiona en que “la ciencia aún necesita probarse a sí misma”.

Por su parte, Stephen Indyk, director de sistemas espaciales de Honeybee Robotics en Greenbelt, Maryland –y que también preside una junta asesora comercial para un satélite lunar de la NASA-, citado por la publicación, señala que “mucha gente ve esto con optimismo, como el comienzo de una mayor expansión hacia el espacio”.

Volviendo a la empresa ispace, cuya misión tiene como objetivo demostrar formas de recolectar agua del suelo lunar para futuros exploradores, y cuya nave espacial, conocida como módulo de aterrizaje M1, se lanzó el 11 de diciembre del año pasado y alcanzó la órbita lunar el 21 de marzo, para tener éxito debe lograr que M1 aterrice en el cráter Atlas en el lado noreste de la Luna. De ser así y luego si ambos rovers se despliegan con éxito en la superficie, Japón y los Emiratos Árabes Unidos se convertirán en la cuarta y quinta naciones cuyas agencias espaciales logren operar naves en la Luna.

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