La libramos, pero pasó cerca la bala

6 de enero del 2023

Por Luis Sunderland Méndez

@LouSunderland

Dice un dicho sabio: “En política, no hay que dar por hecho, lo que no está hecho”, quiero pensar que el presidente López, no lo conocía y creo que todavía sigue sin conocerlo. Seguramente él se fue a la cama el día 1 de enero, pensando que su candidata a presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la experta en el copy paste Jazmín Esquivel resultaría elegida y si acaso no fuera ella, aferrado a su costumbre podría ser su plan B, el ministro Alfredo Gutiérrez.

La intención de apropiarse de la Corte inició con la intentona de prolongar el mandato dos años del ahora ex presidente Saldívar. Esta iniciativa laboratorio llena de jiribilla, fracaso completamente, pero ya nos había traído un sobresalto a todos los que nos opusimos desde el principio.

Así, en esas mismas condiciones llegamos al día 2 de enero, en el que el pleno completo en sesión solemne, llevarían a cabo la elección de quien finalmente encabeza  no solo la SCJN, sino el CFJ. Los antecedentes eran patéticos. Una de las aspirantes que aspiraba a presidir la máxima  tribuna de justicia nacional, era la ministra Esquivel, mujer acusada de plagio de su tesis profesional, su proceder no solo era apoyado por López Obrador, sino por una verdadera cargada de miembros de la 4t, incluyendo a la jefa de gobierno de la CDMX y su fiscal carnal. Jazmín tuvo varios intentos de defender lo indefendible, incluso antes de la votación, sin asomo de pudor, siguió con sus justificaciones algo extrañas, ya que a las pocas horas la Fiscalía de la CDMX negó haber sido la que filtró el comunicado que el diario El Universal publicó.  

El proceso se llevó a cabo en medio de una buena dosis de suspenso, tres rondas de votación que algunos nos pusieron en el filo de la butaca. Fue hasta la tercera ronda la que definió la votación en la que solo los dos punteros entraron,  Norma Lucía Piña Hernández que obtuvo 6 votos y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena 5.

En ese mismo día, en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, también se llevó a cabo otra elección en la que Guillermo Valls Esponda resulto ser el que quedo como su titular. Esto no es menor porque habrá que recordar que el TFJA será el responsable de entrarle a temas muy delicados de corrupción como el enorme que existe en Segalmex y en las obras emblemáticas de la 4t, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas entre otros temas.

Y si estas dos elecciones no fueran suficiente para que López Obrador se sienta fuera de su zona de confort, antier en la SCJN se eligió al ministro Alberto Pérez Dayán para presidir la Segunda Sala quien obtuvo más votos que la ministra Loretta Ortiz que era la que AMLO pretendía que quedara en esa posición.

Todo indica que el Poder Judicial mexicano se cansó de los ataques que desde el Palacio Nacional se lanzan tratando de acotar a toda costa la separación de poderes y que la sociedad advierta que la Ministra Presidente recién nombrada, está comprometida con la Constitución y no con intereses políticos, se puede decir que el mensaje a López Obrador fue claro y certero.

La respuesta del presidente el día 3 en su homilía diaria tuvo tres lenguajes, en el verbal se concretó a ponderar que gracias a la transformación que él encabeza, ahora una mujer está al frente de la corte y en los lenguajes corporal y facial, el disgusto afloró y fue más que evidente.

El señor López luce ahora descontrolado y ya sin tener la intención de al menos cuidar la forma de decir las cosas, el miércoles en su púlpito externó que apoyar a los pobres es un asunto de estrategia política, argumentando que solo ayudando a ese sector se va a la segura, ya que ellos si están dispuestos a defender su proyecto. Añadió que los de la clase media y en alta, así como los intelectuales y los medios de comunicación no se puede contar, ya que ellos no están en la línea de su proyecto de transformación del país.

A López Obrador no le interesa que los pobres dejen de serlo e ingresen paulatinamente a la clase media, dejarían de apoyarlo y eso no lo puede él permitir, porque se quedaría sin clientela y eso para él no pasará. De hecho en lo que va de su administración, hay más de cuatro millones más de ellos. El necesita votos, no que la pobreza disminuya. Para él eso de primero los pobres fue solo un eslogan de campaña que ahora de una forma descarada, como dicen los abogados, con una confesión de parte, deja al descubierto su mentira y manipulación de todos los días. Lo que debería de ser el objetivo principal del presidente, velar por el bienestar de la gente y tratar por todos los medios de llevarlos a una calidad de vida superior, nunca se dará con la 4t, porque a ellos solo les interesa seguir usándolos para continuar en el poder.