Se trata de Carlos Alpizar, funcionario de la Judicatura y de estrecha relación con Loret. Favores del pasado. Menciona furia de Riobóo.
Fotografía de Cuartoscuro
Lejos de los grandes reflectores, el secretario general del Consejo de la Judicatura, Carlos Alpizar ya da por descontado que su jefe Arturo Zaldívar tendrá el control de su sucesión en la Suprema Corte y que el Gobierno ya habría abandonado sus esfuerzos por la nominación de Yasmín Esquivel. En paralelo, Loretta Ortíz tampoco tendría grandes consensos.
Al interior de la Corte señalan a LPO que Alpizar ha sido el operador más eficiente de los deseos de Zaldívar y también el más discreto. En diferentes vocalías lo apuntan como el principal articulador de la primicia del presunto plagio de Esquivel dada a conocer por el portal Latinus.
El titular de dicho portal, Carlos Loret de Mola, tiene una relación estrecha con Alpizar desde que este último lo ayudo a sortear una serie de citaciones judiciales muy incómodas en el marco de las pesquisas referidas al caso Florence Cassez. En ese expediente se intentó citar a Loret a declarar sobre la teoría del presunto montaje e incluso hubo un arrebato para llevarlo a declarar a través de la fuerza pública. Alpizar fue quien evitó cualquier tipo de malestar para el animador televisivo.
Ese sustrato, y el rol de Zaldívar en el mismo, facilitaron el golpe de Latinus contra Esquivel, quien en las últimas horas, a pesar de sus dichos públicos, comenzó a coquetear con la idea de votar al próximo presidente del tribunal y luego presentar su renuncia al mismo. Este giro está generando cierto malestar de parte de su esposo, el constructor José María Riobóo que quiere dar la pelea hasta el final y ha tenido conversaciones en ese sentido al máximo nivel.
En febrero de este año la Fiscalía General de la República archivó por falta de elementos una investigación contra Alpizar por presuntas extorsiones a jueces y magistrados, y por contrataciones con sobreprecios de al menos un 30%.