Redacción Edgar Jiménez ANCOP
El Día de Muertos es una tradición mexicana de origen prehispánico. Los días de fiesta principales son el 1 y 2 de noviembre. Sin embargo, últimamente los preparativos inician muchas semanas antes y es que la belleza y complejidad de esta celebración ha atraído la atención de todo el mundo, incluso se han inspirado para hacer películas como la tan aclama “coco” de Disney.
Incluso la UNESCO en el año 2008 declaró esta festividad como patrimonio intangible de la humanidad. Incluso escritores como Mario Benedetti le han dedicado frases a esta festividad mexicana: “la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”. Como prueba de esto, los mexicanos tenemos el festejo conocido como “Día de Muertos”.
La celebración del Día de Todos los Santos se remonta al siglo XI, cuando el abad de Cluny promovió este día para recordar a Los Macabeos. Dicha fecha fue aceptada por la iglesia romana.
Las iglesias y conventos exhibían las reliquias y tesoros para que los creyentes les realizaran oraciones y evitar su entrada al infierno. Además, en algunos hogares se colocaba “la mesa del santo”, la cual se adornaba con flores y dulces. Esto con el objetivo de santificar las casas y purificar el ambiente del lugar.
El Día de muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre, con la peculiaridad de que se cree que el primero de noviembre es el día en el que las almas de los niños y más jóvenes visitan sus tumbas o los altares en las casas de sus seres queridos. Mientras que para el 2 de octubre llega la visita de las almas de los adultos.