El Insomnio puede ser la causa de males mayores

Luis Sunderland Méndez

Yo pienso que ha de haber mucha gente en el mundo que ligue un par de noches en las que a la hora de ir a dormir, aun estando cansado, no logren quedarse dormidos de una manera rápida y den vueltas varias veces por la cama hasta que logran conciliar el sueño. Pero a eso de las tres de la mañana, de repente el sueño se aligera y viene lo inevitable, despertarse y voltear al ver el reloj, ver la terrible hora y de inmediato darle ganas de ir a hacer una visita al sanitario, pensando que sea lo más rápida posible, a fin de volver a dormirse, pues al día que está a pocas horas de iniciar, ya hay varios asuntos programados.

Regresa a la cama y empieza la pesadilla, no se puede dormir inmediatamente,  la cabeza le juega a uno de una manera trágica y como una Rockola antigua, como esas que había en las cafeterías de antes, pero no con acetatos con la música de nuestro gusto, sino con una serie de carpetas con membrete de cada uno de los problemas que uno carga día a día y que por la noche, es imposible solucionar, las empieza uno a pasar, poco a poco, hasta escoger la peor de todas.

En esos tristes momentos, es cuando una mente entrenada logra solventar el trance y evadir los pensamientos ya sea concentrándose en la respiración o en la oración y acallar la mente y volver a dormir.

Pero qué pasa cuando no se tiene la mente entrenada en las técnicas de meditación y el insomnio prevalece y se sigue dando vueltas en la cama por una o dos horas hasta que el cansancio lo vence y se queda dormido hasta que lamentablemente el despertador suena y uno hace la cuenta que se perdieron tres o cuatro horas de sueño.

Este tipo de fenómenos trae consigo el aturdimiento, la dificultad para concentrarse, estar irritable, con continuos cambios de humor y desde luego, una pesada somnolencia todo el día.

Estos padecimientos, durante décadas se pensaba que estos efectos del mal dormir, se arreglaban simplemente con un sueñito reparador durante alguna oportunidad que se tuviera durante el día, pero no es así, ya que estos se presentan acompañados de deterioros cognitivos como un paupérrimo desempeño en pruebas de memoria a corto plazo. Se podría atribuir a la adenosina, un neurotransmisor químico que inhibe los impulsos eléctricos en el cerebro.

Lo cierto es que estudios e investigaciones que se han hecho durante los últimos 20 años, señalan que el resultado que puede tener el dormir poco, puede provocar un daño cerebral perdurable y se tiene un mayor riesgo de padecer trastornos neurodegenerativos.

El hacer una vigilia en el cerebro, incluso en situaciones normales, incurre en sensaciones, según Fabián Fernández, neurocientífico de la Universidad de Arizona. Fabián contribuyo a una nueva revisión del tema y detalló que cuando está uno despierto mucho tiempo, el sistema se sobrecarga y si le pides a tus células que permanezcan activas 30 por ciento más de tiempo cada día, las células mueren irremediablemente.

La pregunta es: ¿Cuánto tiempo puedo mal dormir sin que me causen lesiones irreversible.