Carlos Mota Galván
“Guajolote que se sale del corral, termina en mole”
Refrán popular
Faltan escasos 31 días para que en nuestro país se lleven a cabo las elecciones más importantes de su historia reciente, dónde lo que está en juego no es sólo un cambio de estafeta, sino el riesgo de desaparecer el incipiente modelo democrático sobre el que hemos ido avanzando.
Desde mucho antes que empezaran las campañas electorales ya el partido oficial había promocionado los resultados de diversas encuestas que les ubicaban como caballo de hacienda, promocionando que nadie podría alcanzarles en la contienda, garantizando que consolidarian el segundo piso de su “transformación”.
Con el correr de las campañas mucho ha pasado para que esa confianza se transforme en duda, y muchas veces en preocupación abierta, donde candidatos morenistas han mostrado el cobre sea por incapacidad personal o por corruptelas cometidas que posibilitan que sus contrincantes hayan invertido los momios electorales.
Ya una encuestadora, Massive Caller, da un empate técnico entre las candidatas femeninas a la presidencia de la República, ubicando incluso por arriba, así sea por milésimas a Xóchitl Gálvez. Por supuesto dicho trabajo ha sido cuestionado severamente por la parte oficial, argumentando que su dueño es un expanista, por cierto, convendría recordarles que esta empresa a acertado en 14 de las ultimas 15 elecciones a gobernador en el país incluyendo la del edomex, donde dieron como triunfadora a Delfina Gómez por 7 puntos, uno menos del oficial, por arriba de sus supuestos preferidos.
Esta visión de siempre desacreditar aquello que les es adverso es la misma que ocupan tanto con los datos presentados como con los emisores del mismo. Así, esta estrategia acompañada de una profusa difusión al respecto, les ha permitido controlar el daño infringido, aunque ahora es tan reiterada esta defensa que ya se agotó el efecto buscado.
Por ello es que ahora con el nuevo libro de Anabel Hernández “La Historia Secreta”, esa periodista que mereció tantos elogios de parte del mismo López Obrador cuando escribía contra sus contrarios, ahora que hace lo propio contra su administración, ocupando exactamente la misma metodología, esa periodista, es ahora una corrupta que busca sólo desprestigiarlo.
Por cierto, ahora que estamos en la recta final y faltando solo un debate presidencial más, donde el tema principal será la seguridad, AMLO debe estar más que preocupado por las declaraciones vertidas y señaladas en el libro antes referido, de cómo el Cártel de Sinaloa a través de los hermanos Beltrán Leyva le dieron al ahora presidente 25 millones de dólares para su campaña de 2006.
Sergio Villareal, “el grande”, declaró, y así se consigna en el libro haber entregado personalmente 500 mil dólares a López Obrador antes de las elecciones de ese año y para donde hacerse, cuando este personaje es el mismo que incrimino a García Luna y que Andrés Manuel festejo tanto dándole todo el crédito ¿y ahora que le inculpa, como cambiar de parecer respecto a este personaje?
Para colmo, la defensa que hace Sheinbaum respecto a que la seguridad pública en la ciudad capital fue ejemplar, y que esa experiencia la transmitiría al resto del país, también se cayó, el descubrimiento de un crematorio clandestino en la alcaldía de Iztapalapa, por parte de Cecilia Flores Armenta, fundadora y líder del colectivo Madres Buscadoras, así lo hace suponer, un clavo más al féretro de la presente administración capitalina.
Por lo pronto, si ya Sheinbaum sufrió el embate de su contrincante en el segundo debate, para este tercero, la plaza que defiende es prácticamente imposible de sostener, es el punto más flaco de la 4t y aún con las mentiras que han esgrimido, parece que la misión suene como imposible de superar, tal vez por eso es que ha empezado a rumorearse que la candidata oficial podría no asistir a este último debate, aunque las consecuencias serían seguramente todavía más desastrosas.
