Ricardo Burgos Orozco
El viernes pasado salí de la estación Parque de los Venados de la Línea 12 del Metro. Iba a hacer un trámite en uno de los edificios de la Alcaldía Benito Juárez. En la explanada que está frente a la salida vi la instalación muy llamativa en colores amarillo, como si fuera un castillo medieval, del Circo Atayde Hermanos, que iba a empezar a presentarse precisamente a partir de ese día 19 de abril.
Hace muchos años no voy a un circo. Desde que se presentaban todavía con animales – leones, jirafas, caballos, elefantes, perros amaestrados –, pero desde años una ley prohibió el uso de ellos en los espectáculos circenses. Recuerdo que llevé a mis hijos cuando anunciaban con bombo y platillo tres pistas y no sabíamos qué ver primero.
A la hora qué pasé acaba de empezar la función. Una señora muy amable de la entrada me invitó a pasar, pero le dije que iba a hacer un trámite y le prometí regresar el sábado o el domingo para disfrutar del espectáculo. Confieso que me gustaba mucho cuando tenían animales, pero es cierto que era demasiado el maltrato para ellos; por eso me pareció una buena medida prohibirlos.
A la misma persona amable que me invitó le pregunté que cómo le han hecho para trabajar ahora sin animales. Me contestó que se la han ingeniado y la gente no deja de asistir a las funciones; por eso se mantienen durante tantos años. El Circo Atayde Hermanos nació en 1888, hace 136 años, en San Luis Potosí, fundado por Aurelio Atayde, quien ya tenia experiencia circense porque trabajó en el famoso Ringling Brothers and Barnum y Bailey, el más grande del mundo en aquel entonces.
Dicen que hay unos 20 circos que se dicen Circo Atayde Hermanos y no es porque estén peleadas las familias, sino se debe a que como es el más famoso y antiguo de México, muchos empresarios vivales se aprovechan del nombre para atraer público con su espectáculo, aunque no tienen qué ver con el original.
No sé cuál es el convenio que firmó el Circo Atayde Hermanos con la Alcaldía Benito Juárez para presentarse en su explanada, pero van a permanecer en el lugar hasta el próximo 19 de mayo. Así que aprovechen y vayan con su familia. La encargada de la puerta me dijo que la diversión es segura para niñas y niños de todas edades. Las funciones son de lunes a viernes a las ocho de la noche; sábado a las 17 y 19: 30 horas, y domingos, 12:00, 17:00 y 19:30 horas.
El Circo Atayde Hermanos ha ido con sus estrellas a diferentes partes de la república y países de Centro y Sudamérica y se ha mantenido pese a todo. Sobrevivió a la pandemia, por ejemplo.
Me enteré que cada año se celebra el Día Mundial del Circo el tercer sábado de abril. Hay que seguir la tradición, no dejemos que muera. Me dio gusto que cuando volví a pasar por ahí, camino al Metro Parque de los Venados, después de hacer mi trámite, había una larga fila de personas comprando sus boletos para la función del día y del fin de semana.
En un reportaje de 2018 en el periódico El Financiero, leí que en 1998 el periodista Kevin Baxter escribió para Los Angeles Times que el Circo Atayde Hermanos debía ser considerado patrimonio nacional como la poesía de Octavio Paz y las películas de Gabriel Figueroa.