Gilda Montaño
Existen programas de apoyo para las mujeres del Estado de México. Para que sean libres, para que sean responsables de ellas, de sus cuerpos y se den el valor que les corresponde.
De todas las mujeres, por supuesto que las que más me ha interesado estudiar, y tratar de ayudar, han sido a quienes han vivido desamparadas y bajo un sinnúmero de dificultades a las que se han enfrentado sin encontrar ninguna solución. ¿Por qué? Porque alguna vez pudimos dar testimonio propio de esto, y no fue fácil.
Por esto, nos hemos dado a la tarea de indagar quiénes son, en dónde viven, qué hacen, y cuál es la condición de su familia. En suma: las mujeres como tú y como yo, que necesitan apoyo. Y lo hemos querido hacer de éste, nuestro Estado de México.
Hice mi tesis de licenciatura y de maestría, con este enfoque: mujer y género. Y lo que escribí, dice así: Esto no es broma. Lo que aquí se explica, ocurrió con mujeres del Estado de México. Se hicieron varias visitas a una comunidad, a la que acudieron mujeres de diferentes edades. Todas expusieron sus problemas y las condiciones en las que viven: en la más absoluta miseria y abandono. Todas se abrieron al hablar. Sólo dos callaron. Ellas, que también son seres humanos.
El primer intento de este trabajo, fue hacer una investigación para explicar concretamente, la situación y los problemas con los que se enfrenta la mujer en su conjunto. Para esto nos remitimos a un área zona suburbana, ya que la mayoría de las mujeres en nuestro estado, son personas de clase media baja, y de clase baja. En este caso específicamente, en la Colonia Aurora de Ciudad Nezahualcóyotl.
Para elaborar este trabajo que podemos definir como un tipo particular de investigación participativa, se hizo antes que nada una reflexión sobre el grupo al que se iba a investigar. Fue la investigación acción la que nos permitió conocerlas. Fue, sobre todo, padecer y adentrase en los problemas actuales de estas mujeres, y llegar a conclusiones concretas que ellas buscaron y que nosotros recogimos y exponemos a ustedes.
Para la mayoría de ellas, hacía falta una capacitación laboral, para poder desempeñar un trabajo digno y que les permitiera ganar dinero para mantenerse y mantener a sus hijos; una vivienda decente, porque a veces viven todas juntas arrimadas y en condiciones poco salubres; es decir, sin baños y sin agua, sin pavimentación; con muchos hijos, puesto que desconocer la palabra planificación familiar y ellas tienen los hijos que “Dios les mande”; sin educación formal, puesto que la mayoría desde niñas tuvieron que desempeñar trabajos domésticos para ayudar a sus madres; sin protección legal, ya que desconocen todos sus derechos y obligaciones. Estas mujeres, entre otras cosas, piden a gritos el apoyo real y efectivo del Gobierno del Estado, o cualquier otra organización social, para su desarrollo económico y biopsicosocial.
Es importante hacer mención que esta investigación acción, antes que nada, ha sido un instrumento para dar a conocer lo que sucede con estas mujeres, para posteriormente establecer alternativas para que esto se resuelva.
Antes que nada, hay que decir que este no es un trabajo terminado, ni mucho menos. Es más, nos atrevemos a decir que puede ser –si se realiza con rigor- el inicio de toda una serie de investigaciones -que con su propia metodología derivada de las ciencias sociales- usen las investigadoras de cada una de estas disciplinas que se plantean en el texto, para luego proponer programas para que los ejecute quien tiene que hacerlo: El gobierno del estado. Es urgente. (continuará)