Luis Sunderland Méndez
@LouSunderland
22 de septiembre de 2023
Desde este septiembre se puede observar ya que el proceso electoral no será un día de campo para ninguna de las dos futuras candidatas a ocupar la Presidencia de la República. Las dos enfrentarán enormes dificultades para que la ciudadanía reciba sus mensajes, los entiendan, se motiven y acudan a emitir el voto el 2 de junio.
Gran parte de la sociedad mexicana prefiere no moverse de su zona de confort. Unos hasta hacen como que ni cuenta se dan de que tenemos un gobierno autoritario que les dice qué hacer, cómo y cuándo hacerlo. Simplemente se apegan a lo establecido y no ven más allá de sus propios intereses.
No piensa qué clase de país quieren que sea México. Uno que avance a la modernidad, que respete a la gente, que se maneje en la democracia, que esté consciente de sus limitaciones y que esté dispuesto a abrir el mercado a la inversión privada nacional y extranjera. Un gobierno sensible con la gente más desprotegida, llevándole hacia ellos las soluciones que requieren, como proporcionar un eficiente servicio médico con medicamentos adecuados que los proteja y que los recursos de su pensión no se ocupen en esos menesteres. Que atienda al campesino que ha sido siempre marginado. Hacerlos sentir parte de la sociedad civil comprometida.
La otra alternativa es la de la simulación, la de la mentira, la del fraude, la que no les permite pensar que elevar su nivel social es posible para obtener una mejor calidad de vida. Millones de mexicanos prefieren callar ante la realidad que vivimos desde hace más de 50 años, en la que tuvimos el infortunio de padecer la administración de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echevarría Álvarez, seguido de todos los demás que se creyeron los dueños del país e hicieron lo que les dio la gana, tal y como hoy lo hace López Obrador, pero este, con un retrogrado, enfermo y absurdo objetivo que nos hará caer a los años de 1970.
¿Cómo convencer a la sociedad que piensa que en boca cerrada no entran moscas?; solo se limitan a reproducir los señalamientos que todos los días aparecen en las redes sociales, pero no pasan de ahí. Probablemente sean de los millones de mexicanos que tienen sus credenciales del INE sin actualizar y por consecuencia, no podrán votar.
¿Cómo puede explicar la flojera y el desinterés de tantos mexicanos que no ven que llegará el día en que se encuentren frente a que por no salir a ponerle fin a un sistema de gobierno que nos están implantando, su futuro y el de sus hijos quedará completamente rezagado y sin posibilidades de llegar en algún momento a tener la recompensa de verse en la superación y crecimiento?
Mientras esto pasa, las campañas ya comenzaron de una manera totalmente ilegal pero muy eficaz. La señora Sheinbaum ya se comporta como la próxima presidente. Se reúne con legisladores, gobernadores, y/o ya nombra precandidatos para diferentes cargos. La percepción de millones de mexicanos es que ya está, ella será la siguiente y no hay nada que hacer.
¿Cómo no pensar así, cuando estamos viendo a la oposición de nuevo echada, sin moverse, solo reactiva desde el Senado de la República? Sin explicarle a la gente eso tan complejo que es un gobierno de coalición.
Con esa narrativa, no se ve cómo Xóchitl Gálvez podría ser Jefa de Estado.
Si piensa que con su agradable sonrisa y sus respuestas a los ataques a los que se ve sometida logrará convencer a los millones que están desmotivados e incluso, a los que podría robarle a Sheinbaum, está totalmente equivocada.
Sobre todo ahora en que su credibilidad podría estar en peligro. El tema del posible plagio que hizo en su tesis profesional -creado desde Palacio Nacional- debe atenderse con mucho cuidado y esperar a que las autoridades universitarias se pronuncien. Ha pregonado que no contratará a pendejos y ahora resulta –en sus propias palabras- que ella se apendejó. Esto es reflejo de que su círculo cerrado no cuenta con profesionales del análisis, de estrategias, de monitoreo y sobre todo de operadores que la asesoren y que la secunden para lo que viene.
Se percibe que el Frente Amplio por México no está entendiendo que la sociedad recibió el mensaje de que los organizadores estarían al mismo nivel de los partidos políticos y que se vigilaría muy bien a quienes se seleccionarían para las diferentes candidaturas.
Por el lado oficial, ya están surgiendo nombres para muchas posiciones y el FAM sigue en silencio. Y si no fuera poco eso, ahora vemos mensajes confusos, como el de la presencia del senador del PRI, José Carlos Ramírez Marín, con la señora Sheinbaum en la reunión con senadores afines. Nadie explicó ese desliz ¿o qué fue? ¿Se va a pasar a Morena o fue una simple visita de cortesía?
Es claro que no han dimensionado contra quien estarán contendiendo. Sus adversarios son nada menos que el Estado Mexicano, con todo su poder, sus armas y sus variadas estructuras, revestidas de una terrible perversidad. Insisto una vez más, no han aprendido la terrible lección que les dieron en el Estado de México. Así, no lo lograrán. Lástima, esta es nuestra última oportunidad.