noviembre 22, 2024

CULTURA IMPAR: CAMBIAN LAS FORMAS DE COMUNICAR ¿Para bien?

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CULTURA IMPAR

José Manuel Rueda Smithers

 

CAMBIAN LAS FORMAS DE COMUNICAR ¿PARA BIEN?

“…me pararé en la esquina a la que no vendrás, diré las palabras que se dicen

y comeré las cosas que se comen y soñaré las cosas que se sueñan y sé muy bien que no estarás…” Poema El Futuro, de Julio Cortázar

 Las sociedades modernas evolucionan, pero la forma en que la comunicación se da, ha bajado de nivel con el solo pretexto de acceder a las masas, y llegar al mayor número posible de personas. Esto significa que los impactos son más importantes que el mensaje mismo. No es descubrir el hilo negro, es solo volver a la historia misma y entender cómo la propaganda se adueña del camino.

Leyendo un ejercicio de investigación de primera línea, de ediciones Egregius, de España, titulado Voces alternativas: investigación multidisciplinar en comunicación y cultura, 34 investigadores dan su punto de vista sobre la manera en que ahora se enfrenta la comunicación a las nuevas formas de abrirse espacios en las sociedades modernas.

Coordinados por Ana María Ortega Pérez y Victoria García Prieto, esta magnífica obra “recoge las aportaciones al Simposio 7 del II Congreso Internacional Comunicación y Pensamiento, celebrado los días 5, 6 y 7 de abril de 2017 en Sevilla (España)”.

Obra multidisciplinar y multilingüe, compuesta por investigaciones de autores pertenecientes a universidades de España, Portugal, Argentina, El Salvador, Ecuador, México y Brasil. Los trabajos, en español y portugués, abarcan una variedad de temáticas y métodos que, sin duda, enriquecen este volumen.

Centran el análisis en el desarrollo de las redes sociales y su camino por abrir espacios en las masas, donde el mensaje no es tan importante, sino cuántas personas lo leen. Tratan vivencias mundiales, y no se tientan el corazón para dar a entender a lo que uno se enfrenta en este espacio tan lleno de información y tan poco comunicado.

En el capítulo III, Héctor Ariel Feruglio Ortiz, Doctor en Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), habla de “Ocupar las pantallas. La administración del sentir en las redes sociales”. Las redes sociales se configuran como un espacio con el fin de anticipar y gestionar acontecimientos a nivel individual y colectivo en beneficio de intereses políticos, sociales y económicos. Esta forma de poder aprovecha estrategias de vigilancia y de control afectivo a través de la cuantificación de unidades mínimas de expresión que denominamos sensodata.

En pocas palabras, entre más “Me gusta” se aplican en las redes, más éxito se tiene. Vemos cómo “nuestros dispositivos han comenzado a sustituir nuestro cuerpo como espacio de excitación, producto de una inversión topológica del sentir. Al conectarme a una red social me convierto en una interfaz sintiente en una insaciable excitación medial”.

La dependencia tecnológica es cada vez mayor sobre un aparato, que sobre los mensajes que se reciben en él.

Ya no hay vuelta atrás, pero sí hay manera de aprender a dominar el qué leemos, por encima de cuántos mensajes recibimos por día.

Otro dato: Zahaira González Romo, académica de comunicación, publicidad y relaciones públicas en varias universidades, habla sobre el cómo “las marcas de lujo se encuentran en un punto en el que tienen que redefinir sus estrategias de marketing y de negocio para poder acercarse a sus públicos objetivos, un target con un elevado poder adquisitivo y con deseo de comprar productos exclusivos, es por ello que el marketing digital se transforma en una herramienta imprescindible para la comunicación de las marcas de moda de lujo”.

Interesante pues, el nuevo modelo de comunicación que nos arrastra primero a saturarnos de información, sin mucho interés por definir qué es verdad y qué no, qué nos conviene, y a quiénes seguimos. Por el momento, a gobiernos, a publicistas, a jóvenes, amas de casa -en fin, a casi todos- interesa más el que nos sigan y lean, por encima de lo que se diga.

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