El 14 de febrero también se conmemora el Día Internacional de la Epilepsia, dedicado a crear conciencia, además de difundir información sobre este padecimiento neuronal que sufren más de 65 millones de personas a nivel mundial.
Fue desde el año 2015 que, impulsado por el Buró Internacional para la Epilepsia (IBE), que se determinó que la segunda semana de febrero se conmemoraría en más de 120 países, buscando erradicar la discriminación y la falta de información acerca del tema.
ANCOP encontró algo sobre sus orígenes, que datan del 460 antes de Cristo, cuando los griegos acuñaron el término “epilambaneim” que significa “tomar por sorpresa”, del cual proviene la palabra epilepsia. Fue hasta 1873 cuando el neurólogo inglés John Hungling definió este trastorno como “una descarga súbita, rápida y excesiva de las células cerebrales”, definición que hasta ahora se sigue usando.
Esta conmemoración radica en tener conciencia de que la epilepsia, también conocida como trastorno de convulsiones, es un padecimiento que puede ser causado por distintos factores, como accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, lesiones cerebrales traumáticas, falta de oxígeno en el cerebro en el nacimiento, trastornos genéticos, entre otros.
La epilepsia es diagnosticada después de que el paciente ha tenido dos o más episodios de convulsiones por lo que, cuando estas ocurren, hay que saber el tipo de convulsión que tiene para poder actuar de manera adecuada, pues estas pueden durar desde unos pocos segundos, a unos cuantos minutos.
Las convulsiones se clasifican en dos distintos grupos:
• Convulsiones generalizadas: Afectan ambos lados del cerebro y, por lo tanto, a todo el cuerpo.
• Convulsiones focales: Conocidas como convulsiones parciales, y afectan solo una zona del cerebro, generando sacudidas, un cambio de sensación o la percepción de un olor extraño que confunde al paciente con epilepsia.
Datos de la Secretaría de Salud, mencionan que al menos dos millones de personas padecen de epilepsia en México, teniendo como síntoma principal las convulsiones regularmente en la infancia y adultos mayores de 60 años. El diagnóstico oportuno puede ayudar a reducir los episodios convulsivos de esta enfermedad que no tiene cura a corto plazo.
En México, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía cuenta con una Clínica de Epilepsia, además de 66 centros de atención para este padecimiento en las 32 entidades del país como parte del Programa Prioritario de Epilepsia del Sector Salud (PPE), establecido desde el año de 1984.