
El pez por su boca muere
Por Carlos Mota Galván
Hace muchos años escuche en la universidad a un catedrático español contar que en su tiempo, el general Francisco Franco se ufanaba de haber encontrado cómo contrarrestar las protestas sociales en su país, y esto era autorizando la transmisión de un partido de futbol a la semana, y si las cosas se ponían difíciles, entonces permitían dos. Ignoro si esta anécdota es verdadera o no, pero una cosa es segura, el régimen franquista si ocupo al futbol como mecanismo de nacionalización informal a lo largo de la dictadura; fueron décadas de aminorar el descontento popular con pan y circo.
Lo anterior viene a cuento porque no son pocos los gobiernos en el mundo que han entendido a la perfección cómo distraer la atención de sus ciudadanos cuando las cosas se tornan peligrosas para ellos; recientemente la administración Trump lo ha hecho.
Luego del choque de egos entre Donald Trump y Elon Musk, donde uno calificó al otro de volverse loco y pidiera cancelar sus contratos, el otro le acusó de pederasta, provocado un sismo político de pronóstico reservado sobre todo si a ello agregamos los que, aunque incipientes, problemas económicos internos y externos que empiezan a padecer ante los desaciertos implementados con sus programas financieros. Para acabarla, este caldo de cultivo se adosa peligrosamente con las próximas elecciones intermedias en EU, lo que hacía urgente re dirigir los reflectores a otros temas, si no querían perder su ventaja anticipadamente.
Uno de los puntos fuertes de esta administración, consideran sus electores, es la mano dura de su presidente, sobre todo cuando se trata de proteger a su pueblo de los: “inmigrantes ilegales y criminales” que han invadido Norteamérica, lanzarlos fuera de su territorio es la consigna que buscan hacer realidad y que mejor que tomar al estado de California, concretamente a la ciudad de Los Ángeles, icono de ideas progresivas, y principal bastión demócrata, para que el ICE (servicio de inmigración y control de aduanas) por sus siglas en inglés, diera una muestra de la barbarie con la que actúan en su afán de obedecer a su jefe.
Ello ha suscitado una lucha entre Gavin Newsom, gobernador californiano y Trump, donde el primero pese ha haber presentado argumentos que desenmascaran las “buenas intenciones federales”, ha perdido terreno por unos vándalos enmascarados, auténticos energúmenos envueltos en la bandera mexicana, que han radicalizado la opinión del norteamericano promedio, inclinándose por su presidente, aunque éste siga violando la ley.
En tanto, en México sucede la contrario, pese a entender que la presidenta Sheinbaum está en la obligación de velar por que se respeten los derechos humanos de nuestros connacionales en las redadas masivas que allá han implementado, sus errores de amenazar a otro gobierno con hacerle marchas en su propio territorio por no estar de acuerdo con sus políticas internas (grabar las remesas) primero, y después de ver cómo se desarrollaron los actos vandálicos, afirmar que ella nunca dijo lo que dijo, y exhortar a quienes lo hacen a comportarse ejemplarmente en sus reclamos, le pintan de cuerpo entero, provocando ahora que las críticas estén a la orden del día.
Por lo pronto, el reclamo público de la secretaria de Seguridad Nacional de EU, Kristi Noem, de que Claudia Sheinbaum había alentado las protestas en Los Ángeles (única vez en la historia que un presidente de México ha sido acusado de atentar contra la seguridad de EU), no parece presagiar buenas cosas. Seguramente Sheinbaum no organizó las marchas violentas en Los Ángeles, pero probablemente sí con sus expresiones alentó a los comités locales de Morena, algunas de las células que han creado en suelo norteamericano, para participar en las marchas como una forma de presión adicional, no contando que como todo lo que tocan se les desmorona, una vez más, perdieron el control, ¿quiénes son estos vándalos?, seguramente lo sabremos más adelante, por lo pronto una cosa queda clara, los migrantes a los que pretendían proteger, ahora están más expuestos y desvalidos que antes y las consecuencias directas para nuestro país por tan desaseado proceder pronto seguramente lo empezaremos a sentir.