abril 18, 2025

A jalar aire

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Se aprende más abriendo los ojos que abriendo la boca.

Recuerda que el sabio calla, el necio sigue hablando

Carlos Mota Galván

La guerra económica de Estados Unidos contra la economía de mercado empezó y si bien desconocemos su duración y la amplitud que tenga, una cosa es segura, ninguna región en el planeta quedará exenta de sus efectos.

Las bolsas de valores en el mundo se han siniestrado desde el pasado 2 de abril mientras Trump sigue tocando su lira, ufanado por los efectos que ha producido, jactándose de que líderes de cerca de 70 países ya le están besando el trasero, como él mismo lo definió, suplicándole que les quite los aranceles impuestos, prometiéndole a cambio hacer lo que él quiera.

Todo esto forma parte del discurso “trumpista” que solo busca promover su figura sin que en realidad, lo que afirma, sea del todo verdadero. Existe evidencia en contraparte, de que muchos de los grandes empresarios que apoyaron su candidatura en su país están considerando no seguir adelante con ello, luego de ver cómo se han evaporado prácticamente 11 billones de dólares por las políticas arancelarias impuestas por el presidente norteamericano, incluyendo a Elon Musk, su asesor de súper lujo que ha buscado, luego de haber perdido personalmente 600 mil millones de dólares, que descarte tales acciones, sin ningún éxito, a decir del Washington Post.

Para colmo, las mil 400 manifestaciones contra esta política arancelaria celebradas en 50 estados de la Unión Americana en los últimos días, demuestran que el votante empieza a darse cuenta de cómo también a ellos les afectará este pretendido nuevo orden mundial que Trump está impulsando, y que los analistas de JP Morgan y otros más,  aseguran, abren una probabilidad mayor al 60 por ciento de que la economía Norteamérica entre en poco tiempo en una recesión y arrastre al mundo en sus efectos.

China por su parte, a quien Trump impuso aranceles por 104 por ciento haciendo totalmente impracticable el comercio entre ambas naciones, reaccionó inmediatamente y respondió que con ellos tales presiones o intimidaciones no funcionan y que estaban dispuestos a enfrentarles en el terreno que quisieran. Cabe destacar que China es la nación poseedora del mayor número de bonos del tesoro estadounidense y que si se deshace de ellos la consecuencia para el país de las barras y las estrellas podría alcanzar dimensiones altamente catastróficas, más si se pone de acuerdo con Japón y Gran Bretaña quienes en conjunto son dueños del 10 por ciento del total de estos bonos, y hacen una venta masiva como estrategia.

Si bien China no cuenta con una moneda alternativa al dólar o al euro debido a su prácticamente inexistente sistema financiero, no tiene una dependencia con el mercado norteamericano toda vez que solo el 14.1 por ciento de sus exportaciones van a esa zona y el 85.9 al resto del mundo. Además conviene tener en cuenta que de cada 10 productos que se comercializan en el mundo 3 son chinos y 2 norteamericanos así que si bien en esta fractura comercial pierde pero no tanto como otras economías.

Todo este panorama no es que Trump no lo conozca, es solo que le conviene ignorarlo para no parecer vulnerable ante sus ciudadanos de ahí que en caso de crecer las presiones bursátiles y la inconformidad de su ciudadanía bien podría buscar desviar la atención hacia otros derroteros que le han hecho tan popular entre los suyos, como sería implementar un combate frontal a los ahora denominados terroristas (narcos mexicanos) sin importar el lugar donde se lleve a cabo.

México se encuentra, como se ha vuelto costumbre últimamente, con la espalda contra la pared, el llamado de Sheinbaum a usar el patriotismo como elemento de defensa nos obliga a buscar llenar con mucho aire nuestros pulmones para entonar con fuerza el himno nacional tal y como lo ha propuesto nuestra presidenta, para mostrarles que “con nosotros, no se juega”.

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