Psicólogo Luis Jaime Sunderland López
La fibromialgia es un trastorno crónico (de larga duración) que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, así como fatiga (cansancio) y dificultad para dormir. Los científicos no comprenden del todo cuál es la causa de esta condición, pero quienes la sufren tienen mayor sensibilidad al dolor.
La fibromialgia no tiene cura, pero los médicos y otros proveedores de atención médica pueden ayudar a controlar y tratar los síntomas. Por lo general, el tratamiento combina ejercicios u otras terapias del movimiento, terapia psicológica y conductual y medicamentos.
Cuando pensamos en el dolor, lo primero que nos viene a la mente es que éste es la consecuencia de un daño en nuestro cuerpo (una herida, una indigestión, una contractura, etc.). Sin embargo, el dolor también tiene consecuencias emocionales desagradables que se hacen más evidentes cuando el dolor se convierte en crónico. La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico donde los aspectos emocionales son muy relevantes porque pueden ser un factor relevante en el mantenimiento del dolor. Así, existe un círculo vicioso entre las emociones negativas, como la ansiedad o la depresión, y el nivel de dolor. Cuanto más dolor sienten, más emociones negativas, que a su vez provocan más dolor.
¿A quién le puede dar fibromialgia?
A cualquier persona le puede dar fibromialgia, pero se presenta más en mujeres que en hombres. Puede afectar a personas de cualquier edad, incluso a los niños, aunque generalmente comienza en la mediana edad, y la probabilidad de tenerla aumenta a medida que se envejece. Aparece en personas de todos los orígenes raciales y étnicos.
Si tiene otras enfermedades, en especial enfermedades reumáticas, trastornos del estado de ánimo o afecciones que causan dolor, es más probable que le dé fibromialgia. Esas otras enfermedades pueden incluir las siguientes:
- artritis reumatoide,
- lupus eritematoso sistémico (lupus),
- espondilitis anquilosante,
- osteoartritis,
- depresión o ansiedad,
- dolor de espalda crónico,
- síndrome del intestino irritable.
La fibromialgia tiende a ser hereditaria y, según algunos científicos, determinados genes podrían aumentar la probabilidad de que una persona tenga este trastorno. Sin embargo, también se presenta en personas que no tienen historial familiar de esta enfermedad.
Síntomas de la fibromialgia
Los síntomas principales de la fibromialgia son:
- Dolor crónico y generalizado en todo el cuerpo o en varias partes del cuerpo. A menudo se siente en los brazos, las piernas, la cabeza, el pecho, el abdomen, la espalda y los glúteos. Por lo general, lo describen como un dolor constante, ardiente o palpitante.
- Fatiga, o sensación abrumadora de cansancio.
- Problemas para dormir.
- rigidez de los músculos y las articulaciones;
- sensibilidad al tacto;
- entumecimiento y hormigueo en los brazos y las piernas;
- problemas para concentrarse y pensar con claridad, así como de memoria
- mayor sensibilidad a la luz, al ruido, a los olores y a la temperatura;
- problemas digestivos, como distensión abdominal (abdomen hinchado) y estreñimiento.
Causas de la fibromialgia
Se desconoce la causa de la fibromialgia, pero los estudios indican que las personas con este trastorno tienen mayor sensibilidad al dolor, por lo que sienten dolor cuando otras personas no lo sienten. A través de estudios con exploraciones por imágenes del cerebro y otras investigaciones, se ha descubierto que quienes tienen fibromialgia presentan alteraciones en la señalización de las vías neurales que transmiten y reciben el dolor. Estos cambios también pueden contribuir a la fatiga, la dificultad para dormir y los problemas de “fibroneblina” que tienen muchas personas con este trastorno.
La fibromialgia suele ser hereditaria, por lo que es probable que haya factores genéticos que contribuyan a esta enfermedad, pero no se conoce mucho sobre los genes específicos que intervienen. Según los investigadores, hay factores ambientales (no genéticos) que también influyen en el riesgo que tiene una persona de contraer el trastorno. Estos factores ambientales pueden incluir el hecho de tener una enfermedad que cause dolor, como artritis reumatoide, o problemas de salud mental, como ansiedad o depresión.
Es muy importante para las personas que viven con esta condición que vayan frecuentemente al psicólogo para poder trabajar sobre su inteligencia emocional y brindarle herramientas al paciente para su sano desenvolvimiento en el día a día. Debemos tener en cuenta que, aunque sea una condición sin cura, si se puede llevar una vida plena y feliz.
Psicólogo Luis Jaime Sunderland López
Psic.luissunderlandmail@.com