“Piensan que porque los grillos cantan, son mariachis”.
Refrán popular.
Carlos Mota Galván.
Al final fue excesiva la carga que soportaba la candidata a la presidencia de la República por la colación Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, quien terminó por sucumbir ante las deudas sociales que los tres partidos políticos que supuestamente “le apoyaban”, tuvieron que pagar a una sociedad harta de sus corruptelas y decidieron darle otra oportunidad a quienes aún perciben como sus aliados, sin más análisis que saber que con sólo estirar la mano reciben los mendrugos que sacian su necesidad inmediata.
Aquí no se parte de ningún ejercicio mental que pondere la corrupción, la inseguridad, la pérdida de derechos civiles, el abandono a niños con cáncer, a mujeres violentadas permanentemente, a arraigarlos en su condición de pobreza, aquí lo único que cuenta, como refiere Génesis 25:34, es estar dispuestos a vender sus anhelos por “un plato de lentejas” que sacie su hambre momentánea, aunque mañana sea mayor.
Los votos que Xóchitl obtuvo, los ganó en realidad por ella misma, fue muy poco lo que sus “aliados” hicieron por la causa, incluso “su candidata” tuvo que mendingarles parte de sus tiempos oficiales, pues hasta eso le negaban. Con la honrosa excepción de Guadalupe Acosta Naranjo, quien siempre se entregó en su encomienda, el resto solo como sus contrincantes, estiraban la mano para ver que obtenían.
Claudia Sheinbaum en cambio siempre fue sobre caballo de hacienda cosechando lo que el aparato oficial puso a su disposición, legal o ilegalmente. Fueron efectivos en su apoyo y un electorado sordo a cuestionamientos, estuvo dispuesto a votar por ellos masivamente dando origen a ese fruto de encono que López Obrador sembró en ellos contra todo aquel que piense diferente.
Los resultados de esta elección fueron tan contundentes contra la oposición que de inicio no supieron ni como reaccionar, con el correr de las horas algunos han optado por actuar como aquello que tanto criticaron, sin pruebas contundentes, arguyen que hubo fraude más por deseos frustrados que por que cuenten con las pruebas que lo comprueben.
Ojo, aquí conviene tener en cuenta que hablar de este presunto fraude implica necesariamente la posibilidad de estar dispuestos a desconocer la elección, y eso, sin pruebas de por medio, lo siento muy riesgoso. Otra cosa es impugnar la elección, lo cual es un derecho constitucional el hacerlo y el hecho de que se pretenda revisar más de 102 mil casillas, se convierte en un ejercicio democrático que solo traerá beneficios, si algo hay de malo, que se corrija e incluso de comprobarse que se castigue a quien lo promovió.
No se trata de “doblar las manitas” y pensar que “aquí no ha pasado nada”. Muchas cosas tendrán que hacerse a partir de ahora que vemos que urge construir una oposición real ante la aplanadora morenista que revive los viejos tiempos del priismo antidemocrático del siglo pasado. Los partidos políticos tendrán que reformarse si quieren sobrevivir, Morena e incluso MC, aún y con todo lo cuestionables que resultan, mostraron que son los únicos que crecieron realmente. El Verde también creció como la rémora que es.
La batalla tendrá que darse desde ahora para evitar la sobre representación en la Cámara de Diputados por parte de Morena como ya anunció la secretaria de Gobernación, quien se frota las manos argumentando que su partido obtendría el 73 por ciento de las curules, cuando y con todo y qué ganaron por amplio margen los votos muestran que Morena obtuvo el 40.4 por ciento del sufragio, el PT el 5.4 y el Verde 8.3, lo que suma 54.1 por ciento del total, la oposición en contraparte tienen el 41.9 por ciento, el resto son votos nulos.
Ello significa, según datos del PREP, que Morena y socios obtuvieron 29.4 millones de votos y la oposición 22.7 por ciento. Por ello es importante supervisar que la asignación que el INE haga de las diputaciones de representación proporcional sea apegada a derecho y no se vulnere el límite de sobrerepresentación de 8 por ciento entre porcentaje de votos y curules como lo marca la constitución en su artículo 54.
Cómo se ve, en este caso la ley, faculta a la oposición a contar con los elementos jurídicos pertinentes para contener los posibles excesos de una mayoría que está embravecida, que está dispuesta a no conceder tregua en su fin de apoderarse totalmente del país. Si bien la realidad parece sombría, no todo está perdido. Es hora de crear una oposición de a deveras.