noviembre 23, 2024

Las Migajas del poder: O unidos, o hundidos

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Luis Sunderland Méndez

31 de mayo de 2024

Después de tres meses de campañas formales y más de dos años de precampañas ilegales, el hartazgo de la gente es evidente. Entre la intensidad de las campañas que ha sido terrible para una parte del electorado y el miedo a que el resultado no sea lo mejor para México, lo que realmente se quiere es que se defina ya que pasará el domingo.
Esta campaña electoral fue una verdadera pesadilla -de extrema violencia-, más de 231 personas relacionadas con el proceso electoral fueron asesinadas de manera sangrienta y hartera, 34 candidatos entre ellas, como el pasado miércoles que balearon a uno en Coyuca de Benítez, Guerrero.
Estamos en el periodo de reflexión –espero que les sirva a los indecisos que todavía no se percatan de la trascendencia de esta elección-. Los cierres de campaña fueron tal y como se sabía, el oficialismo cobijó de una manera bochornosa su cierre, el naranja morado con su enigmática sonrisa – de que se ríe-, con universitarios, haciendo su trabajo contra la verdadera oposición y la promesa nacional, rodeada de miles de seguidores que están ansiosos de ir a las urnas y cambiar el rumbo que llevamos.
Muchas incógnitas: Cuanto abstencionismo habrá, los organismos electorales no son confiables, ¿lograrán proclamar a la ganadora de la contienda? ¿impactó nuestra promesa a los Switchers y al electorado joven, sobre todo a los recién llegados al padrón?
De lo que se trata es de escoger que México queremos vivir en los próximos 30 años. Puede ser que los partidos que apoyan a la candidata de la oposición estén muy desprestigiados, pero no tenemos otros. Lo que si tenemos es la amenaza de que México entre en un sistema dictatorial sin contrapesos y que la única ley que se respete sea la del oficialismo que pretende instaurar en lugar de nuestra
Constitución de 1917.
El oficialismo se ha empeñado en tratar de desanimar a los votantes a asistir a las urnas diciendo que el día de las elecciones solo servirá para oficializar su triunfo y esto no es así. Solo se trata de hacer un ejercicio de razonamiento y ver la realidad nacional.
Pedirles a los jóvenes que se informen y piensen en su propio futuro, en ocasiones lo toman a mal. ¿De qué manera se les puede decir que no lo tomen a regaño? que vean los datos duros.

Somos millones los agraviados que tuvimos que padecer desempleo, no tuvimos medicinas para los niños enfermos de cáncer, no tuvimos atención médica apropiada y oportuna, tuvimos que afrontar el deceso de un ser querido en la pandemia, nos desaparecieron a un familiar o a un amigo y las autoridades no hicieron nada, fuimos desplazados de nuestra comunidad por la extorsión y
amenaza del crimen organizado, nos quitaron los programas de apoyo en el campo, en la educación, en la salud, en lo familiar y lo laboral.
La oposición en los últimos tres años ha conseguido más votos que el oficialismo, de manera conservadora se dice que hay más de 5 millones de arrepentidos de haberle dado su voto a ellos en el 2018, pienso que se quedan cortos y los que lo abandonan son más.
Somos millones los que anhelamos volver a vivir con normalidad democrática y seguridad y no son solo los que pertenecemos a la clase media, también muchos de los más desprotegidos si ven la realidad. Comprenden que su pensión bimestral procede de los impuestos generados por las empresas y los millones de causantes que mueven a la economía nacional y que si eso se acaba, sus
pensiones también.
Nuestra promesa puede ganar el domingo, hay señales muy claras, comparemos la gran su concentración que de manera espontánea la apoyó con todo en el cierre de campaña del día 19 en el Zócalo capitalino, con la del oficialismo el miércoles 29 por la tarde con miles de acarreados -que con lo que se gastaron, miles de niños tendrían medicinas-, pero no le alcanzaron para superar a la de nuestra promesa, claramente fueron la mitad.
Este es el momento, ya no hay más, o nos decidimos a acudir el domingo lo más temprano posible a las casillas para que al medio día que se empiezan a dar a conocer las tendencias, la ventaja ya se vea.
Amigos, o nos unimos o nos hundimos.

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