Daniel Lee
A pesar de cualquier intento por avanzar hacia la igualdad y la justicia, la triste realidad es que la violencia contra las mujeres persiste como una sombra ominosa, oscureciendo la promesa de un mañana más seguro y equitativo.
De cara al 8M, en el Día Internacional de la Mujer, lo cierto es que el desafío sigue siendo el mismo: visibilizar, concientizar, dimensionar y actuar de una vez y por todas, ante la magnitud de esta lamentable realidad que, por desgracia es global, no solo de México.
Y vayamos a algunos datos. Solo para poner esto en perspectiva. Y es que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 nos hace un recordatorio alarmante de que aún hay mucho por hacer para construir un entorno seguro y libre de violencia para para las mujeres.
En su diagnóstico más reciente revela que el 70.1% de las mujeres de 15 años y más en nuestro país ha experimentado alguna forma de violencia a lo largo de su vida. La violencia psicológica encabeza esta desgarradora estadística, con un 51.6%, seguida de cerca, por la violencia sexual, con un 49.7%. Estos son más que simples números, son historias de dolor y sufrimiento que deben ser atendidas con urgencia.
Enfocándonos en la percepción de inseguridad, los datos revelan una realidad alarmante. Aunque ha habido una ligera disminución del 79.4% en 2018 al 75.6% en 2021 en la percepción general de inseguridad, las mujeres experimentan una desproporcionada vulnerabilidad. La brecha entre la percepción de inseguridad en mujeres y hombres se ha ampliado, alcanzando hasta siete puntos porcentuales en 2020 (81.7% en mujeres contra 74.7% en hombres).
E insisto, no son simplemente estadísticas; representan las vidas y los sueños truncados de mujeres que merecen vivir libres de temor y violencia. Romper el silencio en torno a este problema es el primer paso crucial hacia un cambio real. La sociedad, los gobiernos y las comunidades deben unirse en un esfuerzo colectivo para erradicar este flagelo.
En el contexto específico de México, la situación de violencia contra las mujeres requiere una mirada detallada y comprometida. Las cifras alarmantes provenientes de fuentes como la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2021 (ENVIPE) y la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2021 (ENSU) revelan un panorama desafiante.
México debe trabajar incansablemente para cambiar estas cifras, asegurando que las mujeres no solo estén protegidas por la ley, sino que vivan en comunidades donde la seguridad y la igualdad sean pilares inquebrantables, sin olvidar el que también se cierre la brecha de desigualdad y ponga en su justa dimensión el papel de la mujer.
Este 8M no solo es un día para la conmemoración, urge un compromiso renovado para construir un mundo donde la seguridad y la igualdad sean derechos fundamentales, no aspiraciones lejanas. Juntos, podemos cambiar el rumbo de la historia y construir un futuro en el que las mujeres vivan sin miedo, con la dignidad y respeto que merecen.