Luis Sunderland Méndez
@LouSunderland
15 de septiembre de 2023
Los comicios del 2024 serán una gran batalla y la oposición pareciera que no está dimensionando que tienen que iniciar por explicar a los electores, el significado que tiene gobernar en coalición y no dentro de un presidencialismo. Si preguntamos a los votantes si ya entienden este nuevo concepto, creo que difícilmente uno de cada diez dirían que sí.
Preocupa que todos los políticos que generalmente salen en la televisión y en la radio, solo se concreten a señalar la gran cantidad de omisiones y cosas mal hechas que este gobierno de la 4T incurre todos los días. Si en ese tema van a basar su campaña, creo que no han comprendido porque López Obrador llegó a la presidencia.
Los tiempos han cambiado y con ellos, el electorado. La oposición no parece aprender nada del tremendo fracaso en el EDOMEX. Solo se concretan a decir que no se contó con el voto por apatía, pero no dicen que su candidata, se equivocó de narrativa, que no se deslindó de Del Mazo, que tenía cuatro coordinadores de campaña y que así, no se puede ganar una elección a un candidato oficial, porque eso era lo que Delfina parecía, el gobierno del estado tenía amarradas las manos y le facilitaron las cosas con el cero apoyo del gobernador.
Por otra parte, la gente ya está cansada de escuchar los tradicionales posicionamientos de los opositores. Su discurso tiene que cambiar cuanto antes, porque ya no hay tiempo y la balanza se está inclinando peligrosamente a que el oficialismo triunfe en casi toda la gama de puestos, desde el principal –la Presidencia-, pasando los el Congreso de la Unión, las gubernaturas, la jefatura de gobierno de la CDMX, los congresos locales y los presidentes municipales.
El frente opositor deberá no solo explicar el tema de gobierno de coalición, sino también, crear una verdadera narrativa que atraiga la atención del electorado. Lograr que la gente se vea ya en el beneficio si votan por ellos, es su tarea. La ley impide que se hable de ello en los medios, pero deberán de encontrar ya la manera de llevar su mensaje. No tiene que ser la senadora Gálvez, en la oposición hay mucha gente que puede ir a las universidades, a los sindicatos, a los organismos empresariales, a las diferentes cámaras. Hay que recorrer las comunidades agrícolas y ganaderas y explicar las ventajas que ofrece el frente opositor. Ir a los clubs sociales y dedicarse a convencer sobre la conveniencia de votar por un verdadero cambio.
Esto urge, la 4T ya está en plena campaña, luchando por hacer crecer la percepción de que hagan lo que hagan los opositores, MORENA y sus aliados repetirán el próximo sexenio. Y esto no es así, la verdad es que el oficialismo está muy asustado del crecimiento del rechazo a su manera de gobernar y a los magros resultados obtenidos. Pero la maldita percepción de la gente señala que a pesar de eso, López Obrador seguirá gobernando a través de Claudia Sheinbaum y de que se valdrá de las fuerzas armadas, para imponerse en el caso de que la vea perdido. Todo esto, sin contar con el apoyo del crimen organizado, que ya vimos recientemente en las pasadas elecciones, como lograron que los candidatos opositores, se abstuvieran de seguir en la contienda, en el mejor de los casos.
Xóchitl Gálvez tiene que imponerse ya dentro y fuera del FAM. Ella pretende ser la próxima Presidente de la Republica y para eso, debe de parecer una mandataria. Tiene que poner orden y dejar bien definido que en esta coalición, la sociedad civil, está por arriba de los partidos. Debe de asesorarse de gente profesional que le indique que es lo que debe de hacer, como lo debe de expresar, dejar la imagen de risueña solo para los momentos indicados. Debe de tejer fino dentro del mismo Frente Amplio por México y darse cuenta de que la bronca es contra el sistema, no son asuntos menores.
Claudia tarde o temprano terminará por sacar las uñas y tomar las riendas de su campaña. Lo tendrá que hacer si pretende hacerle un guiño a la clase media. Sabe que sus bases le son insuficientes y necesita nuevos simpatizantes. De alguna manera logró quitar a los demás aspirantes al triunfo ganándose al dueño del circo. A Ebrard, le faltó alguien que le dijera que es lo que tenía que hacer y decir. Pensó que presentar sus planes le era suficiente. Su extrema candidez no le permitió ver que iban en contra de su jefe y que ahora, su petición de reposición del procedimiento, es otro piquete de ojo para AMLO.
No soy de los que piensan que la sola simpatía de Xóchitl, arrollará a Claudia. Por eso ya es el momento de empezar a mover el armamento y tenerlo bien aceitado para dejar bien claro que en el FAM, la que manda, es la senadora Gálvez