Adrián Trejo
Menudo lío en el que metió la senadora Citlalli Hernández a la dirigencia de Morena.
Al tratar de explicar cómo es que ganó Claudia Sheinbaum las encuestas, terminó revelando un procedimiento de “ponderación’’, que solo sirvió para justificar el dedazo presidencial.
Según la senadora, no se permitió ningún testigo en el conteo (de las encuestas) para que no hubiera alguna filtración de que “alguien iba ganando’’ porque faltaban las ponderaciones.
En resumen, para Morena, no valió lo mismo el voto de una indígena en Guerrero que el de una empresaria de Las Lomas.
Nomás le faltó agregar que ninguno de los dos anteriores valió más que el de López Obrador.
No es una sorpresa que haya ganado Sheinbaum, se veía venir desde hace dos años por lo menos.
Lo que sí sorprende es la forma en la que la secretaria general del partido pretende disfrazar el dedazo.
Ya le dio material a Marcelo Ebrard para la conferencia que hoy dará, como si le hiciera falta.
Ebrard tendrá ahora una versión de la propia secretaria general de Morena revelando cómo es que le hicieron de chivo los tamales.
Con esta información, puede justificar cualquier decisión, incluso si desea una revancha con el partido del Presidente.
Pero ese es otro tema.
Por lo pronto, habrá que agregar a las muchas joyas literarias que nos ha dejado este sexenio el del “voto discriminatorio’’, para justificar el dedazo dedicatorio.
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Efectivamente Ebrard podría pegarle a Morena en la línea de flotación, si dos docenas de los diputados que estaban con él lo siguen en lo que decida fuera del partido del Presidente.
Morena perdería la mayoría simple, indispensable para la aprobación del presupuesto que quiere López Obrador.
Pero eso es incierto aún, porque, a menos que Ebrard acepte una candidatura presidencial que les garantice puestos a sus seguidores, la costumbre morenista es que todos se alineen con la ganadora.
A menos, claro, que desde ahora les hayan dicho que muchas gracias por participar y a buscarle por otros lares.
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El viernes pasado Xóchitl Gálvez se reunió con la estructura nacional del PRI, desde el Comité Nacional hasta los delegados seccionales, en un evento en el que no quedó duda de que los priistas van con todo con la legisladora hidalguense.
Gálvez se dijo impresionada por el grado de organización que tiene el PRI y por el recibimiento que, comentario propio, no lo tuvo hace seis años José Antonio Meade, pese a que el PRI era gobierno.
Bueno, hasta el propio Santiago Creel, invitado a la reunión, fue recibido con uno de los más fuertes aplausos que haya escuchado en su carrera política, lo que emocionó al panista.
Quién sabe si en el PAN o en el PRD puedan repetir con el mismo entusiasmo una reunión de respaldo a Gálvez, pero por lo pronto en el tricolor ya la hicieron su candidata.
Bueno, Gálvez se tardó hora y media en llegar del auditorio priista a su camioneta a pesar de que solo eran menos de 100 metros de distancia, porque todos querían la foto del recuerdo.
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Quintana Roo se posicionó como la entidad con mayor crecimiento de actividad industrial del país (34.7%) lo que se refleja en el bienestar para los habitantes, según la gobernadora Mara Lezama Espinosa.
De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa del (INEGI), las entidades que presentaron los ascensos más significativos en la producción industrial fueron Quintana Roo, Tabasco, San Luis Potosí, Colima, Sinaloa y Yucatán.
