El país está sumido ya en un proceso permanente de elecciones que genera desgaste y desinterés de la ciudadanía, no obstante, este se ve más que justificado por el contexto social que vivimos y del cual no se ve una salida a corto plazo
J. Israel Martínez Macedo / @Mega_IsraelMtz
Cada día que pasa, cada minuto que transcurre, cada palabra que se comenta sobre el proceso electoral de 2024 parece alejar más a la ciudadanía del interés por esa elección. Del lado de Morena la percepción popular es clara y contundente: Claudia Sheinbaum es la candidata del presidente y solo por eso será la ganadora del proceso interno de ese partido; en el Frente Amplio, la definición aún mantiene algo de sorpresa, pero hay confianza en que cualquiera de las dos opciones puede vencer sin problemas a la exjefa del gobierno de la CDMX, pero en cualquier caso, la gente ya está cansada.
El desinterés en el proceso electoral de 2024 es evidente. Los aspirantes ya no llenan sus presentaciones a menos que sea con acarreados y en espacios de poca afluencia; no importa el color del aspirante, la gente ya no tolera los retrasos pero tampoco se interesa por os discursos o las promesas; y todavía faltan más de 10 meses para la elección.
Pese a los berrinches de Marcelo Ebrard, quien no se termina de animar a renunciar a la contienda interna de Morena pese a todos los señalamientos de “dados cargados” y acusaciones de que no será una resultado confiable; el excanciller sigue ahí, jugándole a querer ser el candidato morenista sin decidirse por completo si se mantiene participando hasta el final.
Ebrard ha sido un aliado del lopezobradorismo y claro que siente que el presidente le debe, al menos, el derecho de contar con un proceso interno justo. Ha trabajado para López Obrador muchas cosas y operado a su favor en distintos temas, pero parece que eso no ha sido suficiente para que el mandatario lo vea como su posible sucesor; pese a todo, se mantiene ahí, siguiendo el juego de las corcholatas presidenciales sin definir si se va a o se queda.
Por lo demás, el resto de los aspirantes morenistas no tiene ninguna aspiración real y tampoco tienen un destino claro una vez que hayan sido descartados de la elección. El presidente fue enfático al señalar que quienes han renunciado a sus cargos ya no regresarán al gabinete, aunque los que pidieron licencia como legisladores aún podrían recuperar sus espacios porque no dependen del mandato presidencial para ello.
Para colmo de males, Claudia no solo no levanta sino pareciera que en cada lugar en el que se presenta pierde seguidores. Pese a que el sistema de selección fue diseñado para evitar que en la interna los propios morenistas se hicieran daño con descalificaciones y ataques, Sheinbaum no ha podido resolver correctamente ninguna acusación en su contra: ya sean las fallas en el metro, el caos en el que está sumida la Ciudad de México o los señalamientos por compra de fentanilo en su gobierno, nada ha podido responder correctamente.
En Movimiento Ciudadano las cosas no van mejores. Los militantes empiezan a impacientarse con Dante Delgado y sus indefiniciones respecto al papel que jugara el partido naranja en 2024, el líder de esta agrupación está jugando de forma cautelosa porque debe evaluar bien sus posibilidades reales, ya no digamos de contender y ganar, sino de no perder el registro nacional ante la amplia posibilidad de no alcanzar los votos necesarios y, con ello, perder todo lo que han ganado.
Enrique Alfaro ha sido el primero en manifestar su malestar, mientras su estado se encuentra bajo ataque con las muy extrañas desapariciones que están ocurriendo en Lagos de Moreno, el gobernador jalisciense se aleja de su partido y aunque no renuncia como tal a su militancia, si marca su distancia al no estar de acuerdo con lo que está pasando en su partido.
Quienes se mantienen expectantes y sin decir “esta boca es mía” son Luis Donaldo Colosio y Samuel García quienes parecen esperar a ver cómo se dan las cosas con el jaliciense para determinar si se suman a esta oleada de “alejamientos” o juegan el juego que les ha indicado Dante Delgado en espera de ver cuál es lo que mejor le conviene a Movimiento Ciudadano aunque, de entrada, no se vislumbra que vaya a ir por la libre sino que esperan qué pasará con las alianzas.
En el frente la salida de Santiago Creel ha sido tomada como una buena decisión, sobre todo para los panistas quienes parecía que tendrían que dividir su apoyo entre los dos aspirantes que quedaban de su partido y ahora les permitirá centrar todas sus baterías en apoyar a la señora Xóchitl Gálvez para obtener la candidatura que, por cuestiones de legislación, se deberá mantener como coordinación del Frente Amplio.
Gálvez apareció como una figura refrescante que le dio nuevos bríos a los partidos de oposición, pero el ímpetu y, sobre todo, la creencia de necesitar que ese subidón inicial se mantuviera por mucho tiempo le llevó a cometer errores que ahora generan dudas entre quienes la apoyaban de origen y que no ven con buenos ojos algunas manifestaciones con tendencias populistas.
En frente tiene a una mujer que no será un hueso duro de roer, Beatriz Paredes parece encontrar un segundo o tercer o cuarto aire; es reconocida como una persona que también le puede plantar cara al presidente y con mayor ecuanimidad que la panista; sus principales negativos están relacionados con su partido y la imagen de ser una política de la vieja guardia del tricolor.
Paredes es una mujer muy inteligente y, como muy pocos, sabe muy bien leer los tiempos y escenarios de la política, pero como ya hemos visto antes, ser un buen político no te garantiza ser un buen candidato y hasta el momento la priísta no ha mostrado dotes que le permitan ganar adeptos para el proceso electoral.
Borrados del escenario -al menos en este momento y en la escena nacional- se encuentran el partido Verde y el PT que están ahí para levantarle la mano y aplaudir a quien resulte electo de las corcholatas, aunque todo apunta a que será Sheinbaum; ejercer de mecanismo de control y legitimación y nada más, con eso garantizarán mantener su registro en 2024 que es lo único que realmente buscan.
Del otro lado el PRD tampoco ha logrado gran cosa en este proceso adelantado; se quedaron sin aspirantes desde la ronda anterior y aunque berrincharon amagando con un alejamiento; ya están de vuelta sumados en el proceso confiando en que para la selección de candidato de la CDMX sea un perredista quien encabece al Frente.
Habrá que ver si lo consiguen.
Ante todo esto, la gente está más preocupada porque los precios no paran de subir, porque los asesinatos son cada vez más frecuentes, porque la delincuencia organizada cada vez se percibe más sólida, porque aumentan el número de desapariciones y secuestros en todo el país, porque ya no es seguro viajar por carretera ni visitar calquéis lugar turístico y porque en el arranque de clases hay completa y absoluta incertidumbre sobre la educación de los niños.
