Por Orlando Linares
Comienza agosto y con ello la oportunidad de celebrar a la cerveza como una de las bebidas de mayor consumo en el mundo compañera de la humanidad desde tiempos ancestrales.
El primer viernes de agosto, como cada año, será el Día Internacional de la Cerveza, iniciativa surgida en 2007 desde un bar de California, Estados Unidos, y que tras 15 años ya es tradición en más de 50 países.
De la cerveza se dice que los Sumerios iniciaron su elaboración, que eran mujeres las únicas que podían prepararla como ofrenda a sus dioses y para ello, dentro de su rol a cargo de la alimentación, utilizaron prácticamente los mismos ingredientes del pan: granos, levadura y agua. Por ello, se dice, es benéfica para la salud.
Más tarde, en el siglo XII, en Alemania, la monja benedictina Hildegarda de Bingen (teóloga, escritora y botánica) le añadió lúpulo para conservar el líquido.
Se dice también que beberla moderadamente y de acuerdo a estudios científicos, brinda beneficios a la salud, como: prevenir colesterol, diabetes y afecciones renales; sus antioxidantes ayudan a evitar padecimientos cardiovasculares y disminuye el riesgo de ataques al corazón; por su contenido de silicio y fitoestrógenos puede retardar los síntomas de la menopausia en las mujeres; retrasa el envejecimiento de las células y puede proteger de enfermedades como el Alzheimer, entre otras.
En lo económico, la industria cervecera nacional tiene un gran potencial. A pesar de ocupar el séptimo lugar de la producción mundial, México es líder exportador superando a Países Bajos, Bélgica y Alemania. Actualmente la cerveza mexicana se consume en 125 países.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que entre enero y agosto de 2022, en el país se elaboraron 94.5 millones de hectolitros (un hectolitro equivale a cien litros) de cerveza y su principal ingrediente: la cebada, registró una producción histórica de más de un millón de toneladas.
En el consumo promedio, se estima que los mexicanos beben 1.3 litros de cerveza a la semana, hecho que posiciona al país como el tercer consumidor cervecero de América Latina y a nivel mundial en el lugar 30.
Entre las mujeres mexicanas ha crecido la preferencia por la cerveza hasta un 69%, así lo indicó la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017 enfocada al género femenino de 18 a 29 años de edad que han consumido alcohol. En los hombres de la misma edad, el índice llegó a 63%.
Tradicionalmente, la cerveza alemana, belga y polaca, destacan como las mejores por su calidad, aroma, sabor, cuerpo, color, espuma y temperatura. Pero en ese ámbito competitivo, en territorio mexicano se ha detonado una variedad de materias primas para elaborarla, lo cual impulsa una floreciente industria donde convive la producción de grandes empresas con propuestas de cervezas locales y artesanales.
La popularidad y predilección hacen de la cerveza una de las bebidas más apreciadas a nivel mundial, pero su consumo excesivo también pone en riesgo la salud de los bebedores y puede generar adicción.
Al respecto, México no es ajeno al fenómeno que implica el consumo de alcohol como uno los principales problemas de salud pública y consecuencias como: accidentes, violencia y pérdida de vidas humanas que afectan, en gran medida, a adolescentes y jóvenes.
En relación a ello, las encuestas nacionales de adicciones muestran que entre niños y jóvenes ha aumentado el consumo de alcohol: en estudiantes de 12 años o menos de edad llegó a 26%; en la población de 13 a 16 años de edad, pasó de 35.6% a 42.9%; en estudiantes de 17 años de edad, alcanzó 78.4% y en estudiantes mayores de 18 años subió a 83.8%.
Frenar el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad es el gran reto de toda sociedad, por lo que educar es fundamental para que tengan el mejor criterio de cómo, cuándo y dónde beber una cerveza ya que, en esta etapa el consumo excesivo de alcohol puede afectar su desempeño académico, contribuir al abandono escolar e inhibir su desarrollo físico y emocional y potencializar riesgos para la edad adulta.
Sin dejar de mirar este panorama y las afectaciones del consumo irresponsable, lo que debe prevalecer en el Día Internacional de la Cerveza 2023, es un motivo más para reunirse con amigos o bien desde la comodidad individual, disfrutar cada trago de esta bebida ancestral.
¡Salud!
