noviembre 23, 2024

Cultura Impar: Aún con fallas políticas y humanas, el Tren Maya sigue

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José Manuel Rueda Smithers

Se ha levantado un clamor en plena selva, rugen los animales, los hombres y las plantas,

sólo desean vivir como vivieron los ancestrales días. Pero la mano aquella, que escarba la tierra y los mares, escarbar desea con furor bajo los árboles.

Plegaria por la vida, del peruano Porfirio Mamani Macedo

A punto de pasar desapercibida una nota sobre un hecho de consecuencias graves no solo a la ecología nacional, sino al sistema mismo de cómo hacer bien las cosas.

En Bacalar, Quintana Roo, se logró frenar una parte de la construcción del Tren Maya que amenazaba el paraje y el 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐂𝐡𝐚𝐜. Pobladores se manifestaron en la zona para exigir una respuesta ante lo evidente de un daño ambiental.

Luego de denunciar los daños causados por trabajadores de tren Maya, la Secretaría de la Defensa Nacional frenó el relleno del humedal y dio su explicación respectiva.

Autoridades acudieron para aclarar que la situación fue “un error humano ya que los trabajadores no entendieron la instrucción”. El representante de la constructora militar, dijo que no se había comprendido bien la instrucción en ese sitio y que por eso estaban avanzando en este relleno, pero que de inmediato iban a quitarlo.

Y ahí es donde está la gravedad del asunto. ¿En cuántos de los cientos de kilómetros de construcción no se han entendido bien las instrucciones?

Este megaproyecto ferroviario considera un recorrido de 1500 km por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. En su ruta hacia Palenque, en Chiapas, atraviesa un tramo de la selva, considerada como una de las zonas con mayor riqueza ambiental del país que va de Calakmul (Campeche), la reserva de Sian Ka’an, hasta la laguna de Bacalar al sur de Quintana Roo.

En ese afán de atender lo más rápido posible las instrucciones o capricho presidencial, los encargados de la obra se pasan literalmente por el arco del triunfo los problemas ecológicos y ambientales y arrasan con una selva también muy rica en fauna y en maderas preciosas. Que por cierto ¿A dónde se lleva esta madera y para beneficio de quiénes?

Lo evidente fue que los trabajadores trataban de sellar el Estero de Chac con cientos de camiones de tierra sin tomar en cuenta el paso del agua del Canal y sin tener en consideración los daños a la zona.

Por lo pronto, Jaime Martínez Luna, integrante de Ciudadanos Organizados de Bacalar, denunció que “La Sedena no está tomando en consideración los gravísimos impactos ambientales que puede tener el estar tapando y haciendo este tipo de obras sin las medidas necesarias o incluso irse por otro lugar para no pasar por los humedales porque son un ecosistema valiosísimo”.

Apenas en la mañanera se anunciaron avances del 66% -por lo menos en el tramo 2- que consiste en 234 km según dijo el Fondo Nacional de Fomento al Turismo.

La construcción del Tren Maya -una de las magnas obras del gobierno de la 4t- inició en diciembre de 2018. Originalmente su costo se consideraba entre los 120 mil y los 150 mil millones de pesos. Sin embargo después de estos años, van más de 450 mil millones de pesos gastados.

Sobre el caso Bacalar, personal de la Sedena anunció que van a construir seis puentes que pasarán por encima del Canal, aunque eso no resolverá la situación sobre el daño ya hecho.

Lo cierto con esto en específico, el Ejecutivo federal no acata las resoluciones del Poder Judicial, y los errores humanos se siguen presentando a cada kilómetro.

Una lástima.

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