Arturo Zárate Vite
Por su apariencia, las dos entradas o pérdida de cabello en la zona de las sienes, encanecimiento y surco en la frente producto del paso del tiempo, cualquiera diría que Adán Augusto López Hernández es el más veterano de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena. Falso. Es el más joven de los cuatro.
Si bien, por su aspecto, en comparación con los otros tres, pareciera ser el que más tributo ha pagado a la vida, es evidente que también refleja la imagen de persona reposada, mesurada. El nombre de “Augusto” que le dieron sus padres le quedó a la medida para quienes lo describen como gente que infunde y merece respeto. Cuando le tocó comparecer en el Senado (donde con mayor rigor se mide a quienes rinden cuentas al poder legislativo), convenció a sinodales que integran el grupo opositor, respondió sus preguntas. Consiguió mitigar ímpetus de violencia verbal.
¿Y qué edad tiene?
59 años.
En este 2023, el 24 de septiembre, llegará a los 60.
Claudia Sheinbaum acaba de cumplir 61 años.
Marcelo Ebrard alcanzará los 64 el próximo 10 de octubre.
Ricardo Monreal celebrará 63 el 19 de septiembre.
De los otros dos aspirantes que no militan en Morena, resulta que el senador Manuel Velasco Coello, del partido Verde Ecologista, es el más joven de todos. Apenas tiene 43 años. Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, 63 años.
¿Es importante la edad en la competencia por la candidatura presidencial?
Puede ser importante, no decisivo, porque ha quedado claro que los resultados de las encuestas van a indicar quien gana la candidatura.
Importa la edad porque el presidente Andrés Manuel López Obrador es partidario del relevo generacional y lo ha dicho en diversas ocasiones. Con los dos recientes nombramientos en su gabinete, dejó testimonio de su inclinación por abrirle espacio a jóvenes.
Luis María Alcalde Luján (Secretaria de Gobernación) y Marath Bolaños López (Secretario del Trabajo) tienen apenas 35 años.
También en relación con el proceso de sucesión, el presidente ha tocado el tema del relevo generacional, para continuar con el proyecto de la 4T.
López Obrador llegó a la presidencia a los 65 años y con aspecto desgastado por una campaña política de tres sexenios. Fue el de más edad en las elecciones de 2018, porque Ricardo Anaya tenía 39, José Antonio Meade 49 y Jaime Rodríguez Calderón 60.
¿Quién sería el relevo generacional en la presidencia?
El más joven de los seis es Manuel Velasco con 43 años, nada más que su incorporación a la lista de aspirantes fue de último momento y para justificar la participación del Verde Ecologista en la alianza.
Después le sigue Adán Augusto. El más joven de los morenistas.
Marcelo Ebrard sería el más viejo. Si ganara las encuestas y luego la presidencia, llegaría al poder con la misma edad que lo hizo el actual habitante de Palacio Nacional, a los 65.
Por lo tanto, por edad, nadie estaría en desventaja, los cuatro morenistas están en el rango de los 60 a 65 años.
Ni viejos ni jóvenes.
El aspecto cuenta, no hay duda; para eso disponen de especialistas en mejorar imagen. La afinan en fotografías, carteles y espectaculares, en los medios en general.
Sin embargo, lo que busca y quiere la sociedad en la presidencia es alguien que remedie problemas nacionales.
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