noviembre 24, 2024

Muy grave: nuestro mar se calienta. ¡Hay que actuar ya!

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Redacción México Político

Compromiso y responsabilidad son las bazas con las cuales debe actuarse contra el cambio climático, que además deben estarse realizando desde ya, pues el Caribe mexicano se encuentra de cara a un agresivo estrés, pues cada día el mar será más caliente.

Así lo alerta el reportaje de portada de la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se explica que desde finales de los años 90 del siglo pasado se comenzó a observar en la costa del Pacífico que el incremento periódico de temperatura extrema era asociado al fenómeno de El Niño; había años que se calentaba demasiado el mar, causando la muerte de corales a escalas considerables, de acuerdo con Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), Unidad Puerto Morelos, de la UNAM.

Comenta que el Caribe mexicano había estado relativamente protegido, porque el calor intenso no se registraba ahí, pero se pronostica que ese estrés “empezará a ser mucho más agresivo en estos años y los que vienen, porque el planeta se sigue calentando, la temperatura continúa subiendo, y en sitios donde no había esta amenaza comenzará a suceder”.

Agrega, con motivo del Día Mundial de los Océanos, el pasado 8 de junio, que se pronostican eventos de olas de calor más frecuentes y, de persistir las tendencias, se observaría un incremento de 1.5 grados centígrados en la región del Caribe para 2100.

Reflexiona que “somos muy lentos” los humanos para comprender lo que le pasa al planeta, y que lo que afecta a los sistemas naturales repercute en nosotros. Señala que aunque los focos se prendieron desde los años 70 sobre la devastación de los arrecifes de coral “es hasta ahora que estamos un poco más alarmados”.

Uno de los lugares más afectados es la península de Yucatán, ya que no sólo está siendo depredado por las obras terrestres del Tren Maya, sino que el experto señala que la gravedad de la contaminación marítima se debe por el aumento acelerado del desarrollo costero, lo cual genera fenómenos como la contaminación del acuífero de agua dulce bajo el territorio peninsular, donde los ríos subterráneos fluyen hacia las costas, llegan al mar, a los arrecifes, y causan gran cantidad de problemas, detalla.

Alvarez Filip reflexiona en que debe existir compromiso y responsabilidad para preservar el medio y que también debe haber responsabilidad gubernamental en diferentes niveles, ya que es donde fluyen los recursos económicos, se diseñan las políticas del ramo y se toman las grandes decisiones sexenales que afectan los sistemas naturales. Sin embargo, aclara, también es necesaria la colaboración de la sociedad, “que se dé cuenta que dependemos de la naturaleza y de los servicios que nos brindan estos ecosistemas”, concluye.

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