Luis Sunderland Méndez
@Lou.Sunderland
2 de junio de 2023
Desde finales de marzo, una de las muchas indefiniciones acostumbradas por gobierno de la 4t en todos los temas de la gobernanza -por improvisar o por la mala planeación- en las acciones que emprende, ha mantenido deambulando al buque de carga de bandera liberiana Melody. Este buque procedente de Cuba, está varado cerca de la costa de Puerto Progreso con toda su tripulación que pretende llegar a desembarcar su carga de 20 mil toneladas de un tipo de piedra que sirve para elaborar el balastro que se utiliza como base para soporte de las vías del tramo 5 del Tren Maya.
López Obrador le compró de una manera absurda o para darle financiamiento de alguna manera, a su álter ego favorito Miguel Díaz-Canel entre 90 mil y 200 mil toneladas de ese material, cuando lo pudo simplemente transportar desde Veracruz a un muy reducido costo. De haberlo hecho así, no estaría padeciendo entre otras cosas, el considerable retraso en la descarga, ocasionado por la falta de capacidad de operación en los puertos nacionales, como el de Puerto Morelos, que simplemente no le es posible recibir a barcos como el Melody con esa cantidad de tonelaje de carga.
El barco llegó a la costa de Quintana Roo el primero de marzo para realizar su descarga de balastro (una piedra de granito) que se colocan entre las vías de los ferrocarriles para fijar las piezas de madera o cemento en las que se ponen los rieles.
El problema es que debido a la profundidad de los canales de navegación de Puerto Morelos el calado del buque ocasiona que el Melody permanezca a solo cuatro kilómetros del muelle en el que las autoridades mexicanas planeaban hacer la descarga. Ahora tratan de utilizar pequeñas barcazas y hacer decenas de viajes desde el Melody al muelle, apoyados del remolcador Floriana.
La renta del Melody cuesta a los mexicanos un promedio de 10 mil dólares diarios, así que en los más de los 47 días que lleva detenido se han pagado cerca de 8 millones de pesos. Esta improvisación ha costado muchos recursos y tiempo. Y es precisamente el mal tiempo que hay en altamar, lo que ha dificultado la operación de las barcazas.
Las autoridades de Quintana Roo señalan que solo se ha logrado descargar un poco más de 2 mil toneladas de las 20 mil que transportaron desde Cuba. Pero esto no acaba ahí, hay que consignar que además cuesta una cantidad similar por la renta del buque Gazibey de bandera panameña que de igual manera está varado en las cercanías de Cozumel, con una carga de 30 mil toneladas de balastro, pero con la novedad de que se desconoce su posición actual, ya que nadie sabe dónde está con exactitud. Hablando con propiedad, el Gazibey está extraviado en algún lugar fuera de la costa. Este segundo buque se contrató para llevar su carga de Cozumel a Puerto Progreso.
Todos estos costos se suman al de la piedra que es de 22 dólares por tonelada. A estas alturas, López Obrador le ha pagado a Cuba 4 millones y medio de dólares por un material que en Veracruz hubiera sido mucho menor. Si pensamos que la piedra importada de Cuba significa el nueve por ciento del total que se necesita para los tramos 5 y 6 del proyecto, resulta escandaloso el costo de este despilfarro. Esto es una pequeña muestra del irresponsable dispendio que a diario el gobierno de la 4t hace de los recursos económicos que no son de ellos, sino de todos los mexicanos.
