Luis Sunderland Méndez @LouSunderland
El lunes y el martes de esta semana se llevó a cabo El Foro Unidad y Gobierno de Coalición, organizado por el colectivo Unidos, con la presencia de quienes se interesan en la formación de una coalición entre la ciudadanía y los partidos políticos de oposición. Los asistentes, unos pocos en forma presencial y otros en plataformas digitales, tuvieron la oportunidad de ver y escuchar a 13 políticos que han alzado la mano manifestando su interés por tutelar al Ejecutivo federal.
En los dos días que duró el actividad, se dieron cinco páneles y, en cada uno de ellos, los 13 aspirantes expusieron la manera en que comprenden la implementación de la coalición. Todos mostraron su forma de ser y sí fue una excelente manera para que el público que los vio, normara su criterio. Nos pudimos dar cuenta de que hay dentro de los 13, unos mejores que otros.
Dentro de los 13 aspirantes que hicieron uso de la palabra, se pudo evaluar quiénes están a la altura del reto de encabezar un gobierno de coalición que le dé la vuelta a la transformación que pretende López Obrador. Quedó manifiesto que solo unos cuantos tienen la experiencia profesional, la personalidad y forma de ser que se requiere, porque el protagonismo o la tibieza salieron a relucir. Los que más destacaron por sus planteamientos fueron Claudia Ruiz Massieu, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes Rangel Idelfonso Guajardo y Miguel Ángel Mancera.
El problema es que la percepción general, es decir, el ciudadano de a pie, no está empatada con el grupo de organizaciones de la sociedad civil que están haciendo el esfuerzo para lograr una coalición para designar a su candidato. No será fácil, se requerirá de un enorme poder de convencimiento primero, con los mismos interesados, con las dirigencias de los partidos políticos, incluso con los dirigentes de las diferentes organizaciones ciudadanas.
Pienso que esta dinámica debió haber iniciado hace por lo menos dos meses de manera interna, para que en estos momentos ya se tuvieran muy presentes, y aceptadas por todos, las reglas de lo que sería gobernar en coalición a México. Nuestro sistema actual es diametralmente diferente: tenemos un presidencialismo exacerbado, que ahoga completamente al Poder Legislativo.
Elegir a quien será el candidato de la oposición es un tiro de precisión; no caben equivocaciones; tenemos una gran responsabilidad como ciudadanía. Tiene que ser alguien nos motive a unirnos todos, aunque no sea del agrado de algunos.
Además, tiene que firmarse un acuerdo entre todos los aspirantes, a que una vez seleccionado el ganador, los demás lo apoyarán con todo.
Esto es de vital importancia, así como el explicarle a los votantes en qué consiste un gobierno de coalición, cuáles son los compromisos, cómo se van a cumplir y, sobre todo ver que en el 2024 -la elección será gigante-, no solo cambia el Ejecutivo federal, sino en nueve estados el gobernador y el jefe de gobierno de la CDMX; también muchas presidencias municipales y, por si fuera poco, congresos estatales y el mismo Congreso de la Unión.
En todos, la Alianza Va Por México debe tener designados a sus candidatos con un criterio uniforme, porque si no es así, ¿qué clase de coalición gobernará al país?, de lo que se trata es que México no esté sujeto a la voluntad de un solo hombre, eso tiene que desaparecer.
El colectivo Unidos ha utilizado plataformas como el Facebook, Twitter y YouTube para trasmitir las reuniones que han tenido en diferentes sedes y las de esta semana no fueron la excepción. También los noticiaros de algunas cadenas de la televisión abierta y de paga les dio difusión. Pero para que realmente el grueso de la sociedad que se siente agraviada por el actual gobierno se integre a una de las organizaciones civiles, cambie su reticencia a informarse de política y reaccione ya, antes de que sea demasiado tarde, se ve complicado.
Las elecciones del 2024 parecen que están lejanas, pero no es así: a los aspirantes a la candidatura por la Presidencia de la República les quedan escasos dos meses para ponerse de acuerdo en lo fundamental de la coalición.
No solo es para ganar las elecciones, es para gobernar el país.
