Redacción México Político
Un hallazgo de gran importancia por las interrogantes que plantea ha sucedido en un área cercana al puerto de Ensenada, donde un grupo de antropólogos desenterró 16 esqueletos, incluidos dos menores de edad, así como un par de cremaciones humanas correspondientes a las prácticas funerarias de la cultura La Jolla que se extendió por la península de Baja California desde hace unos ocho mil años antes de nuestra era.
Un equipo de 11 antropólogos y 48 trabajadores, entre 2021 y 2022 en el rancho San Nicolás, ubicado a 30 kilómetros al norte del puerto de Ensenada, Baja California, han realizado 20 excavaciones, donde también encontraron los restos de dos perros, así como conchas marinas que fueron usadas como alimento, que era característico de grupos nómadas y seminómadas.
Los arqueólogos, liderados por Rubén García Lozano y Gengis Ovilla Rayo, hallaron ocho esqueletos bocabajo, una posición no típica en las antiguas costumbres funerarias del área noroccidental de Baja California, con lo que consideran haber descubierto una nueva variante de entierro dentro del patrón funerario lajollano. El hallazgo sitúa una cultura que se desarrolló desde la costa norte de Baja California hasta la costa sur de California, en un periodo que va de 8 mil a 1 mil 300 años antes de nuestra era, correspondiente al Arcaico Medio y a la Prehistoria Tardía.
El director del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Baja California, Jaime Vélez Storey, dio a conocer que las labores de salvamento arqueológico formaron parte de un convenio con la empresa Energía Costa Azul; esta colaboración logró la vasta labor que sucedió en 24 campamentos de la zona de grupos de cazadores, recolectores y marisqueros.
Al detallar sobre los ocho esqueletos encontrados bocabajo, los arqueólogos advirtieron que no se había documentado en el área noroccidental de Baja California; otros tres estaban enterrados de costado y dos semiflexionados, pero éstos se encontraron cerca de las áreas domésticas y algunos cubiertos con piedras. Los análisis osteológicos de los 16 esqueletos para precisar edad, género y patologías se realizarán en breve, de acuerdo con José Rivera, jefe local del Departamento de Trámites y Servicios Legales del INAH.
En cuanto a las cremaciones fueron detectadas por la presencia de carbón y la evidencia de exposición térmica en huesos, que confirmó su nexo con la tradición funeraria de la cultura yumana, a la cual pertenecen 15 grupos étnicos asentados en los desiertos de Baja California y Sonora en México, y Arizona y California en Estados Unidos. Además de los restos humanos y caninos, se hallaron 300 vestigios de hogueras y en las inmediaciones se recuperaron cuchillos, raspadores, puntas de proyectil y ornamentos, entre otros, además de restos de conchas de abulón, mejillón, caracoles, caparazones de erizo de mar, pescados y mamíferos marinos y terrestres.
