Por Luis Sunderland Méndez
@LouSunderland 27 de enero de 2023
Se acerca febrero y con esto las posibilidades de que el Congreso le dé el golpe de muerte al INE y al TRIFE. El fin de año puso en un segundo plano en una parte del colectivo a esta terrible amenaza pero afortunadamente no en todos, porque las organizaciones de la sociedad civil que se han constituido a lo largo y ancho del territorio nacional, están trabajando seriamente en no solo traerlo al presente en la dinámica diaria de la sociedad mexicana, sino que también los partidos políticos opositores y ahora desde el INE, se preparan para darle la batalla en toda forma a esta aberrante iniciativa que desde el Palacio Nacional ha fraguado López Obrador no solo para conservar en el poder a Morena por varios sexenios, sino que también porque aún no supera el odio y el rencor que siente por esa institución de la república en su idea de que ellos en el 2006 le impidieron ser el ganador de los comicios federales.
El presidente ahora ataca al INE, dice que es antidemocrático y corrupto y lo señala como un organismo promotor de fraudes electorales y externa su defensa a su plan B al decir que no pone en riesgo a las elecciones, añade que se vayan a robar a otra parte, externa su sentir al decir que lo que pretende el INE es atacarlo y que la gente diga que García Luna no se toca. En el colmo del delirio ya ni en los Ministros de la SCJN confía. En otras palabras, la situación es muy preocupante, porque las señales que se reciben de él, son de una persona que está fuera de sus capacidades mentales, rebasado por rencores, con una cantidad de complejos que van más allá de que provoque risa en la población, sino de una verdadera preocupación de no saber hasta dónde puede llegar un enfermo mental resentido que está en el poder.
¿Por qué López quiere destruir al INE, la única institución que le daría certeza del triunfo de su partido?, ¿No le importa gobernar a un país que lo pudiera declarar como espurio? Sus delirios de grandeza lo han llevado a una trampa puesta por él mismo porque no escuchó a nadie ni tomó conciencia de los alcances ni de las consecuencias de sus decisiones.
Mientras tanto la ciudadanía tiene que entender que solo con una verdadera unión se podrá derrotar a Morena y a sus aliados en el 23 y en el 24. Es cierto que la mayoría no quiere ni saber de los partidos políticos, la gente está desencantada y no se identifican con ninguno, pero pensar que se puede prescindir de ellos es un grave error. Hay encuestas que determinan que el 60 % de la gente se identifica con alguno de ellos. Pensar que el triunfo de Morena es inevitable es otro error, porque en el 23 como en el año entrante será solo el voto ciudadano el que determinará cada triunfador en los diferentes comicios para el poder ejecutivo y el legislativo. Esos votos son responsabilidad de los votantes que asistan a las casillas electorales, sean la totalidad de ellas o las que el presupuesto permita instalar.
El despertar de la conciencia ciudadana colectiva, será la que determinará quién gobernará a nivel estatal y después en el federal y como se conformarán los congresos. Las encuestas ahora colocan a Morena por arriba de la oposición, pero hay que ver que solo son una instantánea tomada en los momentos en que se está levantando el sondeo.
Hay que observar que López Obrador no ha tenido una buena temporada desde noviembre pasado, él ha recibido varios reveses que hacen que sus intereses no vayan acorde con sus resultados. La pasada marcha del 13 de noviembre superó con mucho en impacto a la que él promovió. En el Tribunal Administrativo no le fue nada bien. La misma reforma electoral está entrampada primero en el legislativo y después con las impugnaciones en el judicial. El pasado día 2, perdió la posibilidad de que en la SCJN fuera presidida por una incondicional. En medio de una verdadera tormenta ocasionada por la ministra Esquivel que ya debería de haber sido sentenciada por la UNAM pero que por motivos que no convencieron, el Rector prefirió seguir en una posición purista que solo lastima la imagen de la Institución o a lo mejor pensando que así calmaría la ira del mesías al final del 2023 que vienen las elecciones en la casa de estudios. Y como no mencionar al resto de los ministros de la corte que se sientan todos los días al lado de la señora Esquivel en lugar de que sean ellos los que denuncien que esa situación es inaceptable, que poco respeto de todos ellos a la institución.
Sus magnas obras se desmoronan cada día más, el AIFA es un fracaso, ni para la carga sirve por ahora, Dos Bocas no refina ni un litro de petróleo y el Tren Maya está en graves indefiniciones de construcción y dañando irreversiblemente a una de las más importantes reservas naturales en el mundo.
Las campañas no inician aún, y la oposición somos todos los que rechazamos esta destrucción sistemática. Tenemos que echar toda la carne al asador para convencer a la gente que venza su desidia y salga de la comodidad de su micro mundo a votar. Mientras tanto, pienso que es tan grave el momento que estamos viviendo, que no se vale que la gente diga que no le interesa la política o que todos son iguales y de esa manera evadir la responsabilidad que tenemos todos los mexicanos con las generaciones de nuestros hijos y nietos que nos preguntarán:
¿Qué pensaban ustedes cuando un grupo de delincuentes e ineptos destruían al país y con ello nuestro futuro?