Luis Sunderland Méndez
Dentro del desorden habitual en la vida política nacional es común ver discrepancias entre los diferentes actores que pertenecen a los tres Poderes de la Unión. Unos dictan lo que les conviene a su proyecto transformador y otros reaccionan en defensa de lo que creen que debe ser y señalan lo que no aprueban. Pero más aun los que dictan, en ocasiones rebasan lo que está estipulado en las Leyes o simplemente en la costumbre del sistema y dan por sentado lo que sienten como correcto.
En días anteriores vimos un verdadero sainete cuando los senadores de la oposición presentaron la iniciativa de que los titulares de la Secretarías de la Defensa Nacional y la de la Marina, así como el comandante de la Guardia Nacional, comparecieran a explicar ante el pleno, los diferentes temas de verdadera importancia como la maltrecha seguridad nacional en los que se han visto involucrados y no ha habido una respuesta formal de nadie, así que ya de ir al Senado como es costumbre después de un informe presidencial, de eso mejor ni hablamos.
Quitando el comentario presidencial acostumbrado a minimizar los hechos diciendo que son politiquerías e impedir que los titulares de las fuerzas armadas contesten no solo a los senadores, sino a la sociedad mexicana que está a la espera de una explicación y sus consecuencias en torno a las filtraciones del hackeo de Guacamaya Leaks en las que todos los días aparece un tema nuevo en el que el Ejército no sale bien librado o la desaparición de los dos miembros de la Marina enviados por la Presidente Municipal de Acapulco, Guerrero para custodia del senador José Narro y de los cuales, no se ha vuelto a saber nada de ellos y que decir sobre los 25 mil millones de pesos que requiere el Ejército para la Guardia Nacional, ahora en que los recursos están tan escasos.
La reciente reforma constitucional sobre la permanencia de los citados hasta el 2028 que promovió el PRI pasando sobre el compromiso con la alianza partidista apoyada por la ciudadanía de que en las urnas, cero reformas a la Constitución, fue aprobada en el mismo senado porque según el senador Monreal, los titulares de las Fuerzas Armadas estarán ante el Pleno cada seis meses para rendir cuentas y los mencionados secretarios ya incumplieron esto antes de que entre en vigor, simplemente se negaron a asistir ante los senadores, incluso les trataron de cambiar la jugada y los invitaros a las instalaciones de la SEDENA.
Los senadores no lo aceptaron y ellos no tuvieron otro remedio que ir al Senado, pero a su manera, ya que solo la Secretaria de Seguridad Rosa Isela Rodríguez hizo uso de la palabra y el General Secretario y el Almirante Secretario, permanecieron respectivamente uno haciendo gestos y el otro impasible cuando los senadores oposicionistas al Gobierno Federal les recriminaron su proceder y sus deficiencias.
Que dureza mostró la senadora panista Lilly Téllez con el titular del Ejército, hasta le mando al Presidente por medio del General Luis Crescencio Sandoval material para su mañanera con una lista de los principales personajes de la delincuencia organizada mexicana. Clemente Castañeda de MC fue muy contundente en su participación y el independiente Germán Martínez, llegó a los reclamos directos de una manera apasionada, nada usual para hablarle a un secretario de la Defensa. La verdad es que el General no se ha de haber sentido nada bien sentado ahí y tener que guardar silencio.
Lo que se percibe es que desde que llegó al poder López Obrador, las fuerzas Armadas han estado casi en la línea de la seguridad nacional, y eso hace que una de las preguntas de la sociedad sea: ¿cuándo se fortalecerá a las policías estatales y municipales, para que la milicia regrese a los cuarteles?
Ya no se sabe quién es el que dispone y manda… el presidentito??? O acaso será nuestro querido General que no se va de boca cargando tantas medallas no sé porqué…😝😆