“La trata es un delito que tiende a ser un delito de familias delictuales, un delito de generaciones, por ello no podemos decir que lo que afirma el gobierno federal sea verdad. Es falso que el gobierno está atendiendo las causas”, señaló Francisco Rivas director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

Este es uno de los delitos con mayores ganancias en el mundo, solo por detrás del narcotráfico.

De acuerdo con el ONC, en nuestro país desde el 2018 existe una tendencia al alza, y Tlaxcala sigue siendo la entidad con más reportes que sobre trata se registran. Se detecta una expansión geográfica en todo el país, y lo peor de todo, es que no hay atención real a las causas de este ilícito, pues -como todo- existe un alto grado de impunidad.

Acusó que no hay investigación financiera de este ilícito, pues las organizaciones criminales lavan sus ganancias a través de los intermediarios bancarios.

Afirmaron que la Unidad de Inteligencia Financiera, la UIF, es capaz de identificar movimientos sospechosos, pero la Fiscalía General de la República (FGR) no concreta acciones. No hay procesos homologados de investigación a nivel nacional, pese a que se ha demostrado que las investigaciones han sido exitosas cuando se sigue la ruta del dinero.

Francisco Rivas insistió: “ya lo dije para combatir el fenómeno, combatir los delitos, la mejor manera es privar a un grupo delictivo de las armas el dinero y de la mercancía que lo hace poderoso”.

Nada más por marcar una referencia histórica, fue hasta 1869 cuando la Academia Española introdujo la “trata” en su diccionario con referencia al comercio de esclavos africanos.

La expresión trata de blancas -de origen francés- se desarrolló en la sociedad burguesa y con un sentido subversivo, como contrapunto a la trata de negros. Una vez abolida oficialmente la esclavitud, la comunidad internacional y su moralismo reformador, centró su interés en el proxenetismo y la prostitución de mujeres y niñas para referirse a este fenómeno.

El mismo autor del poema inicial de la Cultura Impar, Ricardo Daniel, menciona que “la trata de blancas o de personas de sexo femenino (preferente y mayormente menores) con finalidad de explotación sexual es muy antigua y son innumerables la chicas paraguayas que con engaño son llevadas a la Argentina, México, Guatemala, Colombia, en fin, muchos otros países (últimamente también a España). Mucha gente, aparentemente honorífica, y honorable, ha estado, está y estará involucrada en este tráfico ilegal y criminal”.

Y va otra parte de su poema Trata de blancas: Tú estás medio acostumbrada, y no sientes casi nada, no envías más encomiendas ni noticias a tu casa…

Tu madre se consiguió que le hicieran unas copias de una foto de ti, que tenía bien guardada… (cuando cumpliste quince años, con la cara alborozada).

En columnas, en Retiro y en la terminal de Asunción las han estado pegando… con, abajo, estas palabras:

SI ALGUIEN LA VE, DIGANLE POR FAVOR…

¡QUE LA ESTAMOS ESPERANDO!

Un tema de mil años, siempre presente y siempre impune. Un mal de esos tan comunes, que el dinero sabe muy bien cómo ocultar. Y de lo poco que se puede hacer, es denunciar en espacios como este.