Cada 5 de noviembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, una fecha dedicada a reconocer la labor invaluable de quienes brindan apoyo, atención y acompañamiento a personas que viven con enfermedades crónicas o dependencias, entre ellas, la enfermedad de Alzheimer.
A pesar de su papel esencial en el bienestar de millones de pacientes, la labor de las personas cuidadoras suele permanecer invisible y poco valorada. Su compromiso va más allá del cuidado físico, implica también un profundo desgaste emocional, social y económico. De acuerdo con estimaciones, alrededor del 32% de los cuidadores presenta un nivel elevado de agotamiento, mientras que un 19% enfrenta un desgaste moderado[1], lo que impacta directamente en su salud y en la calidad del cuidado que brindan.

La enfermedad de Alzheimer representa uno de los retos más significativos para la salud pública a nivel mundial[2], transformando profundamente la vida de quienes la padecen y de las familias que asumen su cuidado diario. En México, el 80% de los pacientes con Alzheimer son atendidos en casa[3] .
Visibilizar las realidades que enfrentan los cuidadores y promover un diagnóstico oportuno en las etapas iniciales son pasos fundamentales para planificar tratamientos integrales, fortalecer el acompañamiento emocional y construir redes de apoyo efectivas.
Cada 5 de noviembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, una fecha dedicada a reconocer la labor invaluable de quienes brindan apoyo, atención y acompañamiento a personas que viven con enfermedades crónicas o dependencias, entre ellas, la enfermedad de Alzheimer.
A pesar de su papel esencial en el bienestar de millones de pacientes, la labor de las personas cuidadoras suele permanecer invisible y poco valorada. Su compromiso va más allá del cuidado físico, implica también un profundo desgaste emocional, social y económico. De acuerdo con estimaciones, alrededor del 32% de los cuidadores presenta un nivel elevado de agotamiento, mientras que un 19% enfrenta un desgaste moderado[1], lo que impacta directamente en su salud y en la calidad del cuidado que brindan.
La enfermedad de Alzheimer representa uno de los retos más significativos para la salud pública a nivel mundial[2], transformando profundamente la vida de quienes la padecen y de las familias que asumen su cuidado diario. En México, el 80% de los pacientes con Alzheimer son atendidos en casa[3] .
Visibilizar las realidades que enfrentan los cuidadores y promover un diagnóstico oportuno en las etapas iniciales son pasos fundamentales para planificar tratamientos integrales, fortalecer el acompañamiento emocional y construir redes de apoyo efectivas.
Referencias:
1.- Guia práctica clinica IMSS, Detección y manejo del colapso del cuidador, (pág.8). https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/781GER.pdf
2.- Datos y cifras sobre la demencia, https://www-alzint-org.translate.goog/about/dementia-facts-figures/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sge
3.- Universidad Autónoma de Guadalajara, Alzheimer, una realidad que afecta cada vez a más personas. https://www.uag.mx/es/mediahub/alzheimer-una-realidad-que-afecta-cada-vez-a-mas-personas/2023-09#:~:text=Se%20estima%20que%20para%20el,personas%20afectadas%20por%20la%20enfermedad