
Por Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
La Presidenta insiste en recordar a los
colaboradores de su gobierno que,
como parte del movimiento de la Cuarta
Transformación están obligados a cumplir
los principios que representan.

La temporada veraniega caló hondo en el ánimo de algunos personajes morenistas que, sin más, decidieron tomar vacaciones, para disfrutar de los atractivos turísticos que ofrecen países del primer mundo, en Europa o Asia. En nuestro continente no, porque, en esta ocasión, los políticos de la 4T prefirieron no visitar las otrora favoritas ciudades de Las Vegas, Miami, San Francisco, Nueva York, Houston o Dallas. Simple precaución, no fuera a ser que las autoridades migratorias estadounidenses aprovecharan su presencia para exponerlos a incómodos interrogatorios, con consecuencias imprevisibles. Ya de visitar Disneylandia, mejor ni hablamos.
Y así vemos que los que dicen ser diferentes, no ser iguales a los de antes, tienen los mismos gustos y debilidades por los hoteles de lujo, comidas con vinos costosísimos en restaurantes de tres estrellas Michelin. En fin, que, para estos políticos, la austeridad republicana se quedó en casa. Llama la atención, sin embargo, que con los topes a los sueldos de los servidores públicos que impusiera el fundador de Morena, esos lujos, por sus precios, parecerían estar fuera de su alcance, pero no.
Sobre el particular, la Presidenta Claudia Sheinbaum, ha comentado en sus conferencias de prensa matutinas, que “el poder es humildad y hay que ejercerlo de esa manera, que hay que ser austeros.” Que no se está cometiendo ningún delito porque los viajeros están utilizando sus propios recursos. Cada quien actúa de acuerdo a su visión, ha señalado, sin embargo, “la gente a cada quien lo valora y lo evalúa.” Un mensaje que, para efectos prácticos, los morenos turistas no parecen tomar muy en cuenta.
La Presidenta insiste en recordar a los colaboradores de su gobierno que, como parte del movimiento de la cuarta Transformación están obligados a cumplir los principios que representan. Que deben ejercer el poder con humildad y comportarse adecuadamente. Que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Esa es su convicción. Lamentablemente, por lo que hemos visto, no es algo que compartan todos sus colaboradores, que, una y otra vez, desacatan las recomendaciones de su Jefa, porque sus intereses personales están más allá de los principios del movimiento. No solo no son iguales a los de antes, resultaron corregidos y aumentados.
Y mientras unos morenistas disfrutan sus vacaciones, otros padecen las consecuencias de sus propios actos u omisiones. El actual senador Adán Augusto López, alega no haberse percatado de los malos pasos en los que andaba su secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, no obstante que éste fue su colaborador durante los casi tres años que fue gobernador de Tabasco. Con esto, el líder de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado, busca evadir su responsabilidad ante una negligente o tolerante actitud respecto de la presunta actuación criminal de su subordinado.
Sus dichos no convencen. Afirma que empezó a tener información de las andanzas torcidas de su ex colaborador cuando ocupó la Secretaría de Gobernación. Pero resulta que su sucesor en el gobierno de Tabasco, Carlos Merino, ratificó en el cargo de la Secretaría de Seguridad, a Bermúdez Requena, quien continuó haciendo de la suyas durante todo el interinato del gobernador Merino (agosto 28 de 2021 al 30 septiembre de 2024), sin que nadie se preocupara por pedirle cuentas o, al menos, indagar que había de cierto en los informes de inteligencia militar sobre este personaje. Solo fue, hasta que hubo cambios en el gobierno tabasqueño, que tuvieron eco los señalamientos que acusaban presuntas conductas delictivas del ex policía. Pues, aunque era vox populi, sus ex jefes tenían otros datos.
En febrero pasado, cinco meses después de que fue removido del cargo, se giró una orden de aprehensión en contra del ex director de policía, por su presunta vinculación con el grupo criminal La Barredora. Según se sabe, el mismo día que se ordenó su detención, Bermúdez Requena habría huido del país. Actualmente se desconoce su paradero. La semana pasada, cinco meses después de la orden de aprehensión, la Unidad de Inteligencia Financiera, en coordinación con la Procuraduría Fiscal y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, bloqueó las cuentas bancarias del ahora prófugo de la justicia. Un poco tarde, como si no hubiera mucha urgencia en capturarlo, pero la acción de la justicia en la persecución de delitos, en ciertos casos, tiene sus tiempos.
Existe consenso en que la permanencia del senador Adán López como jefe de la bancada de los senadores de su partido, se ha convertido en un lastre para el gobierno de la 4T, con un altísimo costo político para la Presidenta. En los tiempos de la aplanadora priista, cuando había que eliminar un fusible, se desechaba por el bien del gobierno y del país. En la Cuarta Transformación parece que esta práctica no les gusta y prefieren conservar cargas que solo dificultan el proceso de gobernanza.
Julio 31 de 2025