julio 03, 2025

Las presiones del imperio

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Por Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx

A lo largo de los casi seis años de
gobierno de la 4T, ante el trato blando a
los cárteles, es evidente que estos pudieron
expandir su zona de influencia y control.

Una relación compleja, difícil y delicada, siempre ha sido, la de México con los EUA. En otros tiempos, los usos diplomáticos y una política coincidente y definida en materia exterior de los diversos gobiernos en turno, permitieron librar, con mayor o menor éxito, los amagos de nuestro vecino del norte y mantener una relación de respeto.

Históricamente, la relación entre los dos países ha tenido sus altas y sus bajas. Convivir con la Nación más poderosa del planeta, no ha sido fácil, aunque hemos logrado importantes entendimientos como el Tratado de Libre Comercio, que significó considerables beneficios para ambas naciones, juntas con Canadá. La afinidad entre los presidentes, Carlos Salinas de Gortari y George H. W. Bush, y un buen equipo de negociadores, facilitaron la celebración de este acuerdo comercial que resultó mejor de lo esperado.

Pero, así como tuvimos buenos momentos, ha habido otros que no quisiéramos repetir, como son los que estamos viviendo ahora. Si vivir al lado del poderoso es complicado, lo es aún más cuando su gobernante siente la necesidad de hacer sentir su poderío y, en la búsqueda de colocar a su país como primera y única gran potencia mundial, pretende someter bajo su dominio al resto de las naciones del mundo, sin olvidar a su vecino, supuestamente todavía socio comercial, aunque ahora degradado a la categoría de “adversario extranjero”, al nivel de Rusia, China e Irán.

Los temas que nos confrontan, son los mismos que, históricamente, han estado en las mesas de discusión: migración y tráfico de drogas. (El tema del comercio, no lo tocaremos ahora). Desde que Donald Trump llegó por segunda ocasión a la Casa Blanca, destacó, entre sus prioridades, en la relación con nuestro país, la detención del flujo migratorio hacia los EUA y el combate a la introducción de drogas a su país, atribuyendo la responsabilidad de ambas tareas al gobierno mexicano.

En migración, nuestro gobierno ha atendido requerimientos del vecino desplazando elementos de la Guardia Nacional en nuestra frontera norte para frenar el paso de inmigrantes al otro lado del río Bravo. Propósito que se ha logrado en buena medida. Mucho han tenido que ver en esto las medidas draconianas dictadas por el gobierno estadounidense en contra de los migrantes: redadas, capturas, detenciones y deportaciones, la mayoría de las veces al margen de la ley, que han pegado en el ánimo y desalentado a quienes pretendían cruzar la frontera para trabajar en la Unión Americana. Se podría decir que, en esta materia, México ha cumplido.

Es en el tema del combate al tráfico de drogas, en donde, de acuerdo a las autoridades norteamericanas, incluyendo al propio presidente Trump, nuestro país les ha quedado a deber. Y es que el antecedente de la política gubernamental de “abrazos y no balazos”, impuesta por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, reafirmada con actitudes y declaraciones suyas de inaceptable consideración hacia ciertos capos de las drogas, no ayuda.

A lo largo de los casi seis años de gobierno de la 4T, ante el trato blando a los cárteles, es evidente que estos pudieron expandir su zona de influencia y control. Para el gobierno de Donald Trump el combate a los cárteles de la droga es una prioridad. Le ha propuesto a la Presidenta ayudarla en la lucha contra el narcotráfico, enviándole tropas militares para acabar con los grupos criminales. Un planteamiento que, desde luego, ella ha rechazado. Una respuesta no del total agrado del neoyorquino.

El impredecible mandatario norteamericano, no parece muy convencido de que el gobierno mexicano esté haciendo todo su esfuerzo en esta tarea y se ha encargado de enviar mensajes para presionar a la Presidenta Sheinbaum a tomar decisiones que pudiera ser que ella no quiera, para no comprometer la imagen de la 4T o porque su antecesor presiona para que no se altere la impunidad de ciertos personajes.

Los mensajes son claros. La presencia de tres barcos de la armada estadounidense en aguas internacionales, pero cerca de Ensenada, BC; sobre vuelos de aeronaves militares espías, a gran altura pero sobre nuestro espacio aéreo, según CNN 18 incursiones entre enero y febrero; el establecimiento de bases militares en la frontera con nuestro país, ya son tres; la cancelación de visas a autoridades de alto nivel, y la más reciente, la sanción a tres instituciones financieras, CIBanco, Intercam y la Casa de Bolsa Vector, por lavado de dinero. Esta última, en una jugada que da lugar a múltiples interpretaciones y que habrá que tomar con seriedad, porque pudiera ser el aviso de otras más agresivas.

Julio 3 de 2025

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