Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
16 de mayo de 2025
Se dice que la popularidad de Donald Trump está en picada y, lo peor, es que no solo está perdiendo apoyo de sus seguidores, de gente que votó por él, sino que los gobiernos de países que ha afectado y que hace unas semanas le temían por la creación de los irracionales aranceles, ya se dieron cuenta que se le está dificultando a Trump llevar a cabo sus intenciones de imponer una nueva dinámica de comercio internacional en que Estados Unidos sea el único beneficiado. Las locuras de apropiarse de Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá, empiezan a parecer ridículas.
En días pasados, Sheinbaum platicó en su conferencia, que acababa de tener una llamada con Trump, y aunque dijo que había sido respetuosa y cordial, trascendió que además de haber tenido una duración mucho más larga de lo previsto, no hubo tal cordialidad, Trump dejó ver que está hasta la coronilla de la presidente.
El estadunidense sabe que López es el que sigue mandando al país desde las sombras y que Sheinbaum no tiene la capacidad de controlar sus fronteras, su gabinete, su partido político, su narrativa, bueno, ni su lenguaje facial. Ella en sus conferencias solo le habla a sus seguidores que ni le entienden ni les importa lo que dice. La prensa que está sentada enfrente es seleccionada por Jesús Ramírez Cuevas y se pone de pechito, solo para que ella pueda hablar lo que le conviene
Lo he dicho antes, la gerente de Palacio está atrapada entre dos fuerzas diferentes, pero muy superiores a ella y está de rodillas haciendo el ridículo más vergonzoso que un presidente mexicano contemporáneo haya hecho alguna vez.
Cuando escuchamos a Trump describir a Claudia, da pena ajena, la exhibe como una mujer atrapada en sus propias mentiras, desinformada siempre y que comparte el poder con los otros gerentes del Congreso, herencia de López y con los cárteles de la droga. Trump ha dicho que le tiene tanto miedo a ellos, que no puede pensar ya con claridad. Cómo no le va a tener pánico al tema, si pone en entredicho la legalidad de su administración.
Por un lado, Sheinbaum se ha convertido en “pera de boxeo” de Trump y por el otro, en la sierva de López, y ella está desarmada completamente. Sí logra a veces salirse de la jaula de López y García Harfuch da algunos buenos golpes, pero éstos son por la presión de Trump.
Las fuerzas armadas estadounidenses ya están actuando en suelo nacional; el miércoles se dio a conocer una operación binacional en Sinaloa con elementos de ICE y SEDENA.
Cuando actúan solos se quedan cortos, no van al fondo, no se atreven o no pueden a hacerlo, ya lo vimos con los operativos en Tamaulipas y Ensenada del huachicol de hidrocarburos. Se ha señalado a Mario Delgado representante de Andy López Beltrán, como el capo de ese cártel dedicado a financiar campañas a costa del erario nacional y en las mismas narices de las autoridades binacionales. Delgado y ocho gobernadores y legisladores en funciones, son parte de los 44 políticos allegados a López señalados por el secretario de Estado, Marco Rubio.
La pregunta es: ¿Los norteamericanos revocarán sus visas o directamente pedirán su extradición? Lo de la gobernadora de Baja California, y el rumor de que el gobernador de Tamaulipas estaría en la misma situación, sigue sin que se explique a la opinión pública.
Omar García Harfuch presume la detención de cerca de 20 mil delincuentes de alta peligrosidad, ¿en dónde los tiene?, tiene que aclarar dónde están apresados, cuántos han tenido que dejar en libertad por las deficientes carpetas que integran los ministerios públicos que obligan a los jueces a liberarlos.
El maltrato de Trump hacia Sheinbaum seguirá para distraer a su electorado y que no vean sus desatinos.
La presidente le seguirá sirviendo hasta que la situación sea insostenible o él se decida a intervenir directamente.
