
- Especialistas y autoridades coinciden en la urgencia de transformar el modelo lineal por uno más sustentable y regenerativo
En el marco del foro ambiental “ABC por un México sustentable”, se llevó a cabo el conversatorio “Del desecho al recurso: el potencial de la economía circular en México”, donde especialistas, académicos y representantes del sector público coincidieron en que el país debe acelerar la transición hacia un modelo económico circular para enfrentar con eficacia los desafíos ambientales y económicos del presente.
Durante el foro, organizado por el Papalote Museo del Niño, UNITEC, UVM y ANCOP, se destacó que México genera cada año más de 44 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales solo se recicla aproximadamente el 9%. El resto termina en rellenos sanitarios o en tiraderos clandestinos, con graves consecuencias para los ecosistemas y la salud pública.

“El modelo actual de ‘producir, usar y desechar’ ha demostrado ser insostenible. La economía circular no solo es una opción, es una necesidad urgente”, afirmó Adriana Lobo, directora de Políticas de Sustentabilidad del Instituto de Recursos Mundiales (WRI México).
Por su parte, Carlos Torres, representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señaló que ya existen iniciativas legislativas en proceso para fomentar la circularidad. Sin embargo, reconoció que “los esfuerzos son aún aislados y falta coordinación entre los distintos niveles de gobierno”.
Obstáculos y oportunidades
Entre los principales retos para implementar una economía circular en México se identificaron la falta de infraestructura para el manejo diferenciado de residuos, la informalidad del sector reciclador y la ausencia de incentivos fiscales o regulatorios que motiven a las empresas a adoptar prácticas sostenibles.
No obstante, también se presentaron casos de éxito, como startups que convierten residuos orgánicos en fertilizantes o empresas que producen textiles a partir de botellas PET.
“La innovación es clave para escalar la economía circular”, subrayó Mónica Rivas, emprendedora ambiental y fundadora de BioReCiclo.
Un llamado a la acción
El conversatorio concluyó con una propuesta para establecer una estrategia nacional de economía circular, que incluya metas claras, sistemas de monitoreo y una amplia participación ciudadana. También se enfatizó la necesidad de incorporar este enfoque en los planes de desarrollo urbano, en la educación ambiental y en la política industrial del país.
“Ya no podemos darnos el lujo de seguir generando basura como si los recursos fueran infinitos. México tiene el talento, los recursos y la urgencia para convertirse en un referente latinoamericano en economía circular”, concluyó Adriana Lobo.