Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
28 de marzo de 2025
Leí por ahí que ahora que tanta cosa antigua se ha puesto de moda, sería bueno que volvieran la ética, la vergüenza, la inteligencia y la honestidad.
Como ya es su costumbre, la reacción y el proceder de nuestro gobierno federal sobre el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, ha sido terrible; de una manera ignominiosa solo ha pretendido defender a quien es indefendible, a López Obrador.
Sheinbaum ha tratado de bloquear sin éxito, el esclarecimiento que permita a la opinión pública dimensionar la magnitud de este hecho que de ninguna manera es nuevo, lamentablemente la crisis que enfrentamos ahora en México ha vuelto a poner temas de sangre en boca de muchos, como fue hace once años la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014, en Iguala, Guerrero, en que las autoridades municipales en contubernio con la organización delictiva Guerreros Unidos, secuestraron, asesinaron y desaparecieron a 43 presuntos estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Algunos vemos con horror y desesperación que México entero está convertido en un cementerio clandestino que oculta a miles de jóvenes, adultos y niños de ambos sexos, víctimas de los diferentes cárteles que operan en el país; ellos se han encargado de levantarlos, confinarlos y obligarlos a pertenecer a sus organizaciones, y que se han negado a serlo, los han torturado, masacrado y desaparecido de la faz de la tierra.
Si eso no es exterminio para Sheinbaum, la señora debería simplemente escribir en Google la definición de la palabra y encontrará que también lo puede llamar: aniquilación, destrucción, exterminación, genocidio, masacre o matanza.
La deshumanización que exhibe la presidente es de espanto, su único interés es cubrir a toda costa que su antecesor es un criminal que ocasionó el desbordamiento del crimen organizado, y que éste llegara a niveles que ya no es posible detenerlo, eso nos tomará al menos unos 15 años, en el mejor de los casos.
Hemos escuchado diferentes voces del oficialismo explicar que lo de Jalisco es como si nos escupieran en la cara, no hay otra forma de decirlo, es un verdadero insulto a la inteligencia de millones de mexicanos. Omar García Harfuch, que un día dice y al día siguiente se desdice; Alejandro Gertz Manero, con su estilo chupa sangre, culpando a Jalisco y cubriendo sus propias omisiones y, desde luego los “reporteros” de dudosos medios que están al servicio de Jesús Cuevas -corre, ve y dile de López-, artífice de la comunicación de Sheinbaum.
Jesús Pablo Lemus Navarro, gobernador actual de Jalisco, alineado con Sheinbaum y cubriendo al omiso Enrique Alfaro Ramírez, su antecesor, ambos ignoraron a los colectivos de madres buscadoras y ahora voltean la cara para no ver en lo que se ha convertido su estado. Lo platicamos la semana pasada, están detectados en el estado cerca de 150 “centros de reclutamiento”. Todo esto es lo que nos heredó López Obrador para infortunio del país.
Pero a pesar de lo monstruoso del descubrimiento, hay una grave indiferencia general, a pesar de que esta atrocidad está rebasando rápidamente el control oficial de la información, la mayoría de la gente, con dificultad se acuerda del nombre del lugar si es que se llegó a enterar de la tragedia. Esto es dramático, la sociedad ya se acostumbró a vivir estos hechos, muchos se ocupan solo de sus asuntos.
Lo que no ha podido controlar Sheinbaum es su nuevo dolor de cabeza que vive en la Casa Blanca y que está obsesionado con llevar a la justicia a su mentor que ya dicen que está escondido en La Habana, y a varios más que están aquí vigentes, y que también están coludidos con cárteles de la droga.
La presidente nunca se imaginó que se iban a destapar los centros de exterminio, los de producción de metanfetaminas, ni que tendría que enviarles a los estadounidenses a más de 30 capos, y también mandar a la frontera 10 mil miembros de la Guardia Nacional.
¿Cuántas cosas se podría ahorrar la presidente si se decidiera a romper con su mesías y enderezar la nave? Pero eso es una quimera, ella es más lopista que el mismo López.
