
Luis Sunderland Méndez
9prensahoy@gmail.com
X@LouSunderland

7 de febrero de 2025

La presidente Sheinbaum, está haciendo equilibrio sobre una cuerda floja; en el fondo, tiene una terrible inseguridad, tiene miedo, su autoestima está muy baja y se defiende con dichos muy pobres, tratando de minimizar la andanada que se le vendrá encima en poco tiempo con el cavernícola del copete rojo que ya está desatado completamente arremetiendo contra todo y todos.
Pobre Claudia, lidió con López Obrador por varios años –todavía lo tendrá que hacer-, y si pensó que serían diferentes las cosas, aparece el presidente del país más poderoso de la tierra, que la coloca entre dos fuerzas antagónicas: el macuspano, su todavía jefe, y el neoyorquino, con una psicopatía más letal.
Su gabinetillo encabezado por Ebrard -volvió a arrodillarse ante ella en la mañanera-, seguida de sus fans, gobernadores, diputados y senadores, se desvivieron en alabanzas y aplausos, como si ella hubiera logrado una hazaña sin precedentes con la postergación en la entrada de los aranceles de Trump, pobres.
Lo más absurdo es ver el servilismo y el miedo de la élite empresarial con su falta de nacionalismo, solo cuidan sus intereses personales y esconden el miedo que le tienen al SAT y a la UIF, solo les interesa no quedar mal con la gerente de Palacio. A saber, lo que pensarían sus abuelos, quienes muchos de ellos hicieron posible la República.
Fue el mismo Trump quien dijo muy claramente que el gobierno de México tiene una alianza intolerable con el crimen organizado, así es como el dueño del copete rojo, su gabinete, el Congreso y lo peor, en muchas partes del mundo nos conoce n, pero las autoridades estadounidenses son hipócritas, porque ellos no pueden parar la venta y exportación de armamento al crimen organizado mexicano y menos la venta de las drogas en sus calles.
Aunque Sheinbaum le señaló lo de la venta indiscriminada de armas de alto poder a los cárteles, la respuesta fue que lo revisarían; en otras palabras, le dijo: sí, sí, lo vemos. Ellos tienen la sartén por el mango y los dichos de la señora presidente de que es una calumnia y una insidia, no les importa. No se sabe exactamente de lo que hablaron y cómo lo hicieron, ella no estaba en posición de pedirle pruebas de tal acusación, sabe muy bien que Trump sí puede demostrar de inmediato que dice la verdad.
Trump hubiera sepultado a Claudia en pruebas en contra de su jefe inmediato, de gobernadores, de presidentes municipales, de senadores y de diputados de distintos partidos políticos y que incluso algunos ahora militan en Morena; lo peor, es que hay señalamientos de que su propia campaña recibió de esos recursos, eso podría explicar su falta de contundencia en evidenciarle la inacción gringa
sobre sus propios cárteles. Desde luego, no todos los políticos mexicanos están coludidos, pero lamentablemente muchos, sí.
Trump no está blofeando, nos están vigilando con lupa a ver si cumplimos con los avances contra los cárteles, el súper avión espía en el Golfo de California en un espacio aéreo controlado por nosotros y que además puso en peligro el tráfico aéreo normal en la zona, fue muy sospechoso, porque lo de los buques de la Armada dicen que es bastante común, aunque no se dejaban ver con tanta claridad.
Basta ver al equipo de USA para revisar el T-Mec en este año, de manera adelantada, y ver que el ya de por sí desventajoso acuerdo será modificado aún todavía más en beneficio para ellos: Marco Rubio, secretario de Estado, Scott Bessent, secretario del Tesoro, y Howard Lutnick, secretario de Comercio.
Tampoco Sheinbaum tiene en la mira al próximo embajador, el rudo Ronald Johnson, veterano de la CIA y ex boina verde, un experimentado halcón.
La de México parece de divisiones menores. Marcelo Ebrard, que ya tiene el pésimo antecedente de negociar el T-Mec que sepultó al Nafta original; a Juan Ramón de la Fuente, que se ve muy ojón para paloma y al devaluado Rogelio Ramírez de la O. Y a Esteban Moctezuma Barragán, ¿Alguien se acuerda de él?
Aquí, la presidente Sheinbaum se vanagloria entre aplausos de sus fans y de los que tiene apergollados por su corruptela fiscal. Allá solo les interesa que dejen de entrar indocumentados a modo y se pare el trasiego de drogas.
Sheinbaum no tiene un día de campo, le costará mucho trabajo salir bien librada, ella quiere lograr con opacidad lo que Trump tiene: un Ejecutivo, un Legislativo y un Judicial ganado en las urnas.