Por María De Macorina
Parece broma pero es real, en nuestro país el regreso a clases se da cuando a cada mamá le parece mejor. Ayer, 9 de enero de 2025, millones de niños y adolescentes regresaron a las aulas después de las vacaciones de invierno. Sin embargo, según reportes de medios nacionales, el ausentismo fue (y es, no sólo ayer) un problema común en muchas escuelas mexicanas. Aunque con toda honestidad, y bajo el beneficio de la empatía, regresar a la “rutinaria normalidad” en jueves, estuvo rudo.
Pero, ¿por qué es importante que los niños y adolescentes asistan regularmente a la escuela? La respuesta es simple: la escuela es más que un lugar de aprendizaje académico, es un espacio donde se desarrollan habilidades sociales, emocionales y cognitivas fundamentales para el bienestar y el éxito en la vida.
La socialización, la disciplina y el respeto a la autoridad son solo algunos de los beneficios que se obtienen al asistir a la escuela. Además, la escuela debe proporcionar un entorno estructurado y seguro donde los niños y adolescentes puedan desarrollar su autoestima, su confianza y su capacidad para enfrentar desafíos académicos, de conocimientos y habilidades -pero también- conductuales; de convivencia con sus pares y jerarcas; de negociación.
En varios casos, la escuela es una plataforma de construcción, un sitio seguro para niños que viven abandono emocional o violencia familiar; los alumnos con estas condiciones no solo la conciben como una institución educativa operadora de procesos pedagógicos sino como un espacio construcción de sentidos de identidad, de conformación de redes de apoyo: amigos de vida, una argumentación y contraargumentación que moldea su personalidad.
En este sentido, la asistencia regular a la escuela también tiene un impacto positivo en la salud mental de los niños y adolescentes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la escuela es un lugar donde se pueden identificar y abordar problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión y el estrés. Además, la escuela puede proporcionar apoyo emocional y psicológico a los estudiantes que lo necesiten. Por lo tanto, es fundamental que los padres y madres apoyen y motiven a sus hijos para que asistan regularmente a la escuela y aprovechen al máximo las oportunidades que se les presentan.
De esta manera, la escuela es sin duda cantera los adultos que darán dirección y sostén al México del futuro. Vaya responsabilidad y compromiso para maestras, maestros, coordinadores, administrativos, directivos, autoridades, sectoriales, centrales, gubernamentales: la toma de decisiones y sus consecuencias son parteaguas de generaciones.
Por eso, para quienes no pudieron asistir estos dos días a la escuela, el lunes ahora sí a llevarlos a la escuela. El respaldo afectivo entre padres e hijos es esencial para el logro de metas conjuntas. Los padres o tutores que apoyan y motivan a sus hijos para que asistan a la escuela y perseveren en sus estudios están contribuyendo de manera significativa a su bienandanza.