En el marco del Día Internacional del Músico, sera muy interesante que podamos mencionar cómo es la influencia de la música en el mudo psicológico. La relación entre psicología y música se remonta los primeros estudios, en los años 50, se referían a la percepción acústica y a la capacidad de los individuos de discriminar la altura de los sonidos evaluando si había personas dotadas de “oído absoluto” capaz de reconocer las tonalidades. En este sentido, fueron los trabajos del húngaro Géza Révész, verdadero pionero de la psicología de la música. Pero, ¿en qué nos ha ayudado la investigación de la psicología de la música? ¿cómo nos influye la música?
Muchas investigaciones de psicomusicología han investigado a qué edad y cómo se desarrolla en el niño la capacidad de comprender la música ( ya hemos escrito sobre esto en antiguos articulos).
A menudo se considera la música como el “lenguaje de las emociones”: su capacidad de evocar y expresar emociones constituye su característica fundamental y primaria. La música expresa emociones que los oyentes perciben, reconocen, o son emocionalmente tocados. Además, varios estudios han sugerido que la razón más común por la que se escucha la música es para poder influir en las emociones, para modificarlas, para liberarlas, para sintonizar con su estado emocional, para alegrarse o consolarse, o para reducir el estrés.
La música está relacionada con la inteligencia emocional, siendo esta la capacidad que tienen los individuos de reconocer sus propias emociones así como también las de las personas en su entorno y poder adaptarlas a su contexto. Una de las habilidades que desarrolla la música y que está relacionada con este tipo de inteligencia es la empatía, es decir la capacidad de una persona de ponerse en el lugar del otro e intentar comprender o imitar sus sentimientos. Este desarrollo ocurre debido a que el estímulo musical activa las áreas del cerebro donde se encuentran las neuronas espejo, que son las que cumplen el rol de reflejar las intenciones y acciones de los demás individuos como si fueran propias. Es gracias a ellas que el ser humano puede compartir emociones como la alegría y el dolor con su entorno y de esta forma crear lazos sociales afectivos, mucho más fuertes que cualquier otro.
Otra función que tiene la música es calmar las emociones y los estados anímicos perturbados, como el temor, en los individuos. Esto sucede gracias al ritmo y armonía constante que generan tranquilidad y calma. Es por esto que a los niños se les cantan canciones de cuna, ya que el sonido estable y constante hace que las pulsaciones disminuyan logrando que el infante se duerma.
Gracias a que la música ayuda a evocar sensaciones, haciendo más fácil las descripciones sensoriales, el cine utiliza a las bandas sonoras como una herramienta principal de muchas películas. El género más conocido que utiliza este elemento son las comedias musicales, que lo emplean como un medio que tiene el personaje para expresar sus emociones. Sin embargo, la música instrumental acompaña a todo tipo de escena, como por ejemplo batallas, escenas romanticas, fallecimientos, momentos de tensión, etc. Muchas veces los espectadores no le prestan atención o no se dan cuenta que está, pero desde segundo plano influye en la experiencia cinematográfica.