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Yo no tracé líneas territoriales separando al hermano del hermano…
Poema América Latina, de Nicomedes Santa Cruz (Perú).
México mantiene relaciones con casi 40 países de América Latina y El Caribe. Para mejorar su imagen -especialmente -después de un gobierno visto como pasivo– sería necesario pensar en una serie de estrategias proactivas que refuercen la diplomacia, la cooperación regional y su influencia cultural.
Es común escuchar entre inversionistas, comerciantes, promotores turísticos, que urge a México reactivar una política exterior proactiva y multilateral, aprovechando el cambio de gobierno, y la buena aceptación en las últimas semanas va logrando Claudia Sheinbaum.
El gobierno debe trabajar en revitalizar su papel en los organismos multilaterales regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Participar activamente en estos foros enviaría una señal clara de compromiso con la región.
Liderar proyectos de integración regional, involucrarse en iniciativas económicas, de infraestructura o de seguridad comunes que generen un sentido de colaboración entre países de la región. Proyectos conjuntos de energía, tecnología y medio ambiente pueden ser oportunidades para fortalecer alianzas.
Más allá de lo tradicional, urge promover la diplomacia cultural y científica. Fomentar intercambios culturales y educativos, aprovechando larica herencia cultural que puede proyectar a nivel internacional a través de los siempre exitosos intercambios. Esto crearía una imagen positiva y lazos más profundos entre naciones.
Siempre son bienvenidas la ideas y trabajos que buscan impulsar y ofrecer programas de becas y oportunidades para que estudiantes latinoamericanos puedan formarse en México, y viceversa, creando una red de cooperación académica.
Los expertos tienen en la mente fortalecer la cooperación económica y comercial. La nueva presidenta no parece ajena a ello, y hasta el momento nada reacia.
Los acuerdos comerciales estratégicos no deben detenerse más. Reforzar y crear nuevos encuentros con países en sectores clave como la agricultura, energía y manufactura, beneficia tanto a México como a sus socios y mejora la percepción ser confiables.
Participar en proyectos de infraestructura, energía verde, y desarrollo tecnológico en América Latina para posicionarse como un inversor clave y socio comercial.
Reforzar el uso de redes sociales y medios digitales es obligado pues estrecha los caminos. Las plataformas de comunicación digital permiten un alcance más amplio y directo para iniciativas, logros y colaboraciones de México en el ámbito internacional.
Si México participa en la mediación de conflictos regionales, recuperará respeto en situaciones de conflicto o crisis, promoviendo el diálogo y la resolución pacífica de disputas.
Liderar causas de derechos humanos en una postura clara, es clave contra la corrupción y la crisis climática. Ser un líder en temas éticos ayudará a reconciliar la imagen de compromiso con los valores internacionales.
Involucrarse en la protección del medio ambiente y la transición hacia energías limpias puede fortalecer su rol en la región y proyectarnos hacia el desarrollo sostenible.
Mejorar la atención a los mexicanos en el exterior al fortalecer las embajadas y consulados hacia mejores servicios, y aprovechar esta comunidad para subrayar la percepción de México en su defensa.
Para México será necesario un reposicionamiento estratégico de su política exterior, aprovechando sus fortalezas culturales, económicas y su papel en foros multilaterales. Involucrarse más activamente en los temas regionales y globales será esencial en sus relaciones y consolidación de líder Latinoamericano.
Difundir ante los medios de cada país es una estrategia clave para fortalecer la imagen de México y posicionar la política que se pretende implementar. Utilizar los medios locales tiene muchas ventajas, pero debe hacerse con cuidado y asegurar que el mensaje sea bien recibido y entendido en cada contexto.
Hay canciller, hay embajadores y hay personal de primer nivel para lograrlo, la voluntad debe ser obligada.