noviembre 21, 2024

REMOVIENDO ESCOMBROS: ¿Realmente se va a su rancho?

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“El que mucho se despide  pocas ganas tiene de irse”

Carlos Mota Galván.

Quedan solo 5 días para que Andrés Manuel López Obrador deje de ser formalmente el presidente de la República número 79 de nuestra historia y dé paso a Claudia Sheinbaum Pardo, quien se investirá como la primer mujer en ocupar dicho cargo. Esto es al menos lo que nuestro proceso democrático establece, sin embargo, y aquí el propio AMLO, con sus actos, lo evidencia, podría tratarse de solo un impasse sexenal, donde quien es, sólo sea una figura que porte la banda presidencial, sin poder real que ejercer, que solo esté calentando la banca por seis años, de quien buscará  perpetuar la dinastía tabasqueña en el Poder. 

Sheinbaum en realidad no tiene mucho margen para actuar, fueron más de 24 años de caminar bajo su sombra, ella sabe que carece del arraigo popular de su jefe; que el Congreso  está conformado  por personas leales a López Obrador; que no tiene un grupo político que le arrope, el dueño de la franquicia es otro;  bueno ni siquiera su gabinete, dónde buena parte de los designados fueron impuestos por “la mano que mece la cuna” y no por quien habrá de ostentar el cargo. No obstante, aquí nadie puede llamarse  robado,   ella  acepto el cargo bajo esas condiciones, por lo que tuvo que aceptar ser placeada por todo el país acompañando a su dueño y prometer mantener vigente el proyecto del obradorato, incluso hasta vivir en Palacio Nacional, como se lo “sugirieron”, pese a que se lo dejarán “libre” hasta el último día del gobierno actual. 

Pese a lo delicado de la situación, Sheinbaum Pardo, nunca ha dejado de seguir cumpliendo con el papel que le tocó representar, los elogios para López Obrador nunca los ha escatimado,  catalogándolo como un político extraordinario, por quien cuando escribe de él, dijo, se le salen las lágrimas, argumentando: “se va y no se va, por el legado que nos deja”.  Dichas declaraciones, propias de cualquier melodrama

barato, pudieran cumplirse en la realidad; cuando el “Señor” decida sobre cómo deben caminar las cosas en este país, así se hará y nadie podrá evitarlo, en realidad, AMLO  jugo bien sus cartas y tiene las riendas bien sujetas y por nada en el mundo aceptará soltarlas. 

Esta realidad para nadie es un secreto y para cambiarla se necesitará mucho más de lo que algunos se esfuerzan por construir, por lo pronto el camino parece propicio para que se repita un Maximato en el país en donde el hijo, Andrés López Beltrán, ya se frota las manos para desde su partido, el cual él mismo aseguró que Morena y Estado ya son uno, pueda alcanzar la presidencia para 2030.  

Esta forma de operar para perpetuarse en el poder tampoco es ajena para otros países,  de ahí la muy raquítica confirmación de mandatarias y mandatarios que asistirán a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum el primero de octubre próximo, salvo sus amigos, “líderes dictatoriales”, y otros pocos, nadie quiere tomarse la foto en este evento por temor a que se les asocie con dar su aval a una autocracia que ha destruido sus instituciones democráticas y envenenado a su pueblo. Estados Unidos de Norteamérica, nuestro vecino más próximo y nuestro principal socio comercial opto por dedignar una comisión poniendo al frente a su embajador Ken Salazar, con el que López Obrador dice tener sus relaciones en pausa, para que lo representen, lo que significa una auténtica bofetada a este y la próxima administración, que es la misma, y una advertencia de lo que pudiera venir en el corto plazo.

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