Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
16 de agosto de 2024
Los que creímos que el oficialismo sería derrotado en las elecciones del 2 de junio y que nos fuimos con el anhelo de que la pesadilla de sexenio de López se acabara, fuimos ingenuos. No vimos la cantidad de señales ante nuestros ojos que decían que era una misión imposible, ahora vemos la película más clara. En la elección presidencial, el oficialismo ganó contundentemente a la oposición, pero es innegable que esto se debió en parte a un buen número de irregularidades que llegaron incluso a ilegalidades, pero para el TRIFE todo esto no fue suficiente y avaló el triunfo de Sheinbaum por unanimidad, entregándole ya su constancia de mayoría.
La elección legislativa no se escapó de esto, muchos candidatos prefirieron seguir en la vida, antes de sucumbir ante el crimen organizado. Los que no lo hicieron, ahora no están para contarlo. Pero los resultados marcaron que el oficialismo solo obtuvo el 55 por ciento y la oposición el 45. Ahora el oficialismo pretende quedarse con el 75 por ciento del Congreso y dejarle a la oposición solo una cuarta parte.
Como si los votos opositores, valieran menos que los del oficialismo.
Las iniciativas para que desaparezcan los organismos que tiene la sociedad civil para defenderse de las acciones gubernamentales y la de barrer en su totalidad al Poder Judicial y sustituirlo por otros que serán elegidos por el pueblo bueno, hacen que analicemos el crisol de opiniones en México.
A millones no les importa lo relacionado con el gobierno y hasta cierto punto se explica, están muy ocupados en sobrevivir y ese es su reto diario, o sienten que la 4t no ha sido tan nefasta y los prefieren a los partidos que abanderaron a la oposición; o de plano tienen algún interés con el gobierno y no patean el pesebre.
No han entendido el peligro que corren de perder la libertad que nos da la democracia. La amenaza de que se vayan sobre la propiedad privada, sobre los negocios, sobre los medios de comunicación, la ven tan lejana. No les parece que esto los vaya a perjudicar en algo y se voltean para otro lado.
Pero también hay muchos que por el contrario, las decisiones que toma el gobierno afectan sus intereses y sus propiedades y sienten incertidumbre sobre su futuro, estos si se enteran en los periódicos, ven noticieros y programas de opinión, pero estos son los menos.
Hay una versión sobre las verdaderas razones de López para acabar con la Corte y con el Consejo de la Judicatura, no es por tener una filosofía diferente a otros.
Tras la determinación de exterminio de la Corte, aparte del antagonismo por la señora Norma Piña, hay algo que viene de más atrás, un choque entre dos personas; López Obrador cuando era jefe de gobierno del Distrito Federal y Luis González Alcántara que en ese momento presidía el Tribunal de Justicia del D.F.
En esos ayeres, ellos llevaban una muy buena relación, tanto que López lo nominó para ser Ministro de la Corte, siendo él el primero que llegó a ese cargo en esta administración. Fue entonces que sucedió lo que López nunca pensó que pasaría cuando quiso cambiar a la Guardia Nacional a Mando Militar y la Corte no lo permitió.
Dicen que don Luis fue a ver personalmente a López y le dijo que no se podía hacer eso, porque la Constitución lo impedía.
Ahí nació el odio y rencor hacia la SCJN de López y la idea de esta reforma que ahora está a punto de cuajar y que nos dejará indefensos a todos, más si es que se decide cambiar la Constitución por una tomada del modelo comunista. Muchos piensan que eso no sucederá, pero otros sudan con solo imaginarlo. En lo personal pienso que el affaire del Mayo Zambada, obligará a Sheinbaum a
recalcular sus planes.
Tenemos ahora una oposición que da lástima y mucho coraje. Las cabezas partidistas que debieron de haber renunciado inmediatamente después de los desastrosos resultados están en otra cosa; en el PRI, Alejandro Moreno con cerca de mil millones de pesos que recibirá de nuestros impuestos cada año, lo mismo en el PAN, donde Marco Cortés es verdaderamente patético. Del PRD ni hablamos, pasó a mejor vida y de Movimiento Ciudadano, este se acomodará donde le convenga más a Dante Delgado Ranauro, que es otro impresentable.
Solo contamos con la Marea Rosa convertida en una pileta descolorida, en donde el Frente Cívico Nacional está tratando de revivirla y por el momento no lo ha logrado. Será mejor que nos preparemos no a un cambio de gobierno, sino a un cambio de régimen. La verdad es que habrá que rezar para que los senadores de oposición en septiembre se unan y estén firmes, eso es lo único que nos podrá
salvar.