Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
05 de julio de 2024
La primera víctima de López Obrador es Claudia Sheinbaum, nadie sabe -ni siquiera ella-, como iniciará su mandato a partir del 1 de octubre. Pero parece no importarle, porque su mesías se ha encargado de no solo ordenarle el acomodo de su próxima administración, sino prácticamente de iniciarlo y de alguna manera le pasará la estafeta en San Lázaro, aunque sea en forma simbólica.
Dicen que en política lo que parece ser, es. Y lo que parece es que él seguirá gobernando.
Anteriormente los presidentes electos, ya con su constancia de mayoría en la mano, unos cuantos días previos a juramentar el cargo, daban a conocer a su gabinete legal y ampliado; hoy Sheinbaum ha tenido que ir soltando poco a poco los nombres de los que le habrán de acompañar en su gestión, parece ser que su gabinete es solo un reacomodo de piezas del rompecabezas.
Los últimos nombrados son una serie de floreros impresentables que solo cambiarán de mesa.
López Obrador se ha encargado de contaminar la transición con sus iniciativas de reformas constitucionales entre la que está la judicial.
Los inversionistas están apanicados porque si ahora que hay todavía el contrapeso con la SCJN, cuando dejáramos de tenerla, las cosas se pondrían muy difíciles. Entraríamos en ruta de colisión con Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica, ellos se sentirían violentados respecto a sus inversiones y el T-MEC
y hasta podrían poner en peligro el tratado que tenemos desde hace 30 años.
Simplemente la nueva presidente que también tiene lo suyo en cuanto a carácter y personalidad –me daría terror que me voltee a ver-, ha de estar muy tensa viendo sus limitaciones, porque el país no tendrá los recursos para solventar las grandes necesidades que deberá de afrontar y ella iniciará su mandato con un país desprestigiado, endeudado y sin dinero.
Son tantos temas que están mal en México, que es imposible enlistarlos. Solo ver el paquete demoledor de la reforma judicial, si ya ahora tenemos un gigante rezago en la impartición de la justicia, este crecería a tal grado que reventaría completamente con la llegada de jueces, magistrados, ministros que no sabrían
relevar a los ya existentes por no estar a la altura de las circunstancias.
Lo más grave es que la ciudadanía no vea que es solo una venganza de López Obrador y una verdadera incoherencia; los efectos, tarde o temprano nos alcanzará a cualquiera de nosotros y no nos podremos defender de los actos que el gobierno emprenda contra la sociedad. La cartera no da para financiar una
elección, liquidar a los que están en funciones y capacitar a los nuevos.
Más del 80 por ciento del país está en manos del crimen organizado, esta es una realidad que raya en lo esquizofrénico y no me puedo imaginar a Sheinbaum como entrarle a tratar de rescatar la seguridad y la tranquilidad, antes de que nos convirtamos en un país donde la mafia gobierne completamente y que nuestros socios en el mundo prefieran dejarnos a nuestra suerte, aislarnos.
A tres meses del cambio de gobierno la incertidumbre con los plurinominales es grande, esto no solo enrarece el ambiente, sino lo contamina peligrosamente. Los que deberían de estar luchando con todo este tema, pero están ahora defendiendo su hueso, queriéndose quedar en las presidencias del PRI y el PAN, como es el caso del patético Moreno y de Cortez que da pena ajena, deberían de estar acordando como defender en el Senado que no pase la Reforma Judicial concretando un verdadero bloque de oposición.
Mañana en la reunión del Frente Cívico Nacional, una parte de la sociedad civil que formó la Marea Rosa se reunirá y se verán propuestas de organización que a mediano plazo, nos permitan que 2027 se pueda soñar con reconstruir a México, pero para eso se necesita de los nefastos partidos y los que tenemos ahora apestan.
Así que la sociedad civil tiene que serenarse y reinventarse; ponerse de acuerdo para intentar formar un partido nuevo aprovechando la coyuntura que vivimos. No podemos fallar más, tenemos que ver que hicimos mal y que hizo bien Morena, vienen otras elecciones y no podemos seguir perdiendo el país.