Iba saliendo del baño cuando se percató. Se acercó al objeto color turquesa adornado con pequeños cristales de brillos ficticios. Ni fino ni caro, eso sí, estaba extraviado; reclamaba a su dueña. Es curioso encontrarse a una misma en un estuche de maquillaje ajeno -dijo asombrada mientras la nueva poseedora se miraba en el espejito.