El quehacer cotidiano de la vida en las grandes ciudades nos ha llevado a consumir alimentos altamente procesados, que frecuentemente contienen aditivos nocivos para la salud, como colorantes o saborizantes sintéticos, lo cual ha desencadenado la presencia de trastornos alimenticios y enfermedades crónicas a temprana edad.
Los investigadores de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Julián Cruz Olivares y César Pérez Alonso, en su texto “La microencapsulación y la Inteligencia Artificial en la producción de alimentos funcionales mínimamente procesados”, comentan una sencilla solución para disminuir el uso de estos aditivos, al sustituirlos por ingredientes naturales, como frutos, semillas y vegetales.
El único inconveniente que se presenta es que estos materiales se ven afectados por condiciones ambientales como calor, humedad, temperatura y oxígeno, ya sea durante su procesamiento, distribución y almacenamiento.
Para contrarrestar estos factores negativos, los académicos proponen una alternativa tecnológica muy rentable y económica: la microencapsulación. Los avances de la Inteligencia Artificial han permitido que esta técnica sea incorporada en el procesamiento de alimentos, lo cual contribuye a mejorar los procesos industriales, reducir costos e incrementar ganancias.
Para concluir, los profesores del posgrado en Ciencias Químicas destacan la confiabilidad y la solidez de los procesos, ya que este cambio posibilita ofrecer productos con una calidad notable para satisfacer las altas expectativas y demandas de los consumidores.
Para saber más sobre esta tecnología sólo hace falta dar clic en https://n9.cl/9tokw y podrá leerse el artículo completo que aparece en la edición enero-febrero de la revista Universitaria.